El buen estado interior

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COLUMNA

Fe y bien común

Del amor divino a todo lo creado

¿Estás dispuesta o dispuesto a asumir el llamado de la voz profética que suena dentro de ti para devolver a la persona y a la Madre Tierra sus derechos?

5 noviembre, 2025
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El texto “Cuidado amoroso de Dios a la Madre Tierra y al ser humano”, escrito por Sor Suyapa Cacho, afrodescendiente hondureña de la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, es el séptimo capítulo de la obra colectiva Creación y justicia. Reflexiones bíblicas sobre ecología integral y economías solidarias.

En contraste con las emociones que conducen al individualismo, al consumismo, al autoritarismo, al etnocentrismo y a la ambición de poder, Sor Suyapa Cacho, toma como eje de su narración el sentimiento del amor. A su parecer, esta es la fuerza primordial a partir de la cual Dios creó a la naturaleza como un don para toda la humanidad, en una muestra de su amor por nosotros y a partir de lo cual nos transmite el ejemplo y el mandando de amar incondicionalmente a nuestros hermanos y hermanas, así como a la Madre Tierra.

Esta intuición se afirma en las palabras del Evangelio que nos dice que Jesús “vino a los suyos” (Jn 1, 11), es decir, que en su radical encarnación es un Dios que deviene junto a nuestra vida y a la de toda su creación, amando a cada una de sus criaturas y particularmente a los más pobres y abandonados, pues los sufrimientos sociales se interpretan como una grave falta de amor y de misericordia que, como dijimos, son mandato divino.

De ahí que sea connatural a la práctica de nuestra fe el socorrer a los “Cristos sufrientes” a los descartados como diría el Papa Francisco o bien ejercer la opción preferencial de Jesús por los pobres. A la injusticia social, política, económica y cultural que niega el respeto a la dignidad de las personas, se responde con un amor que moviliza a transformar esas condiciones sociales inmorales.

El amor y la amistad social se articulan con otro amor que es el que emerge al contemplar y acariciar a la naturaleza, pudiendo experimentar así una profunda conexión con Dios. Sin embargo, nuestro vínculo con ella también está roto, pues la Madre Tierra, que nos “sustenta, gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas” (LS 1), gime de dolor, grita con desesperación, reclamando su derecho a un trato digno y amoroso. Ella es otra criatura víctima de un sistema socioeconómico voraz que la reduce a “recurso natural” inanimado. “Estoy desnuda, me han dejado sin ropa, deforestada, devastada, me han
arrancado de mis raíces; por favor vístanme, devuélvanme mi dignidad de mujer”.

Del mismo modo en que debemos reconstituir nuestras relaciones sociales a partir de ejemplo amoroso y misericordioso de Dios por cada uno de nosotros y nosotras, estamos llamados a darle respiro, rescate, reparación y liberación a la Madre Tierra de esa dominación abusiva y explotadora, pues no hay que olvidar que como decía el Papa Francisco “un crimen contra la naturaleza es un crimen contra nosotros mismos y un pecado contra Dios”. 1

De acuerdo con la carta de Santiago que dice que “como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Stg 2, 26), Sor Suyapa Cacho nos recuerda que seremos evaluados por nuestras acciones, actitudes y comportamiento con nuestros hermanos y con la Madre Tierra. Su texto nos inspira a cultivar la acción en nuestra vida espiritual y a prácticar la ética que se desprender de nuestra propia fe.

Esta semana, detente y pregúntate:

¿Estás dispuesta o dispuesto a asumir el llamado de la voz profética que suena dentro de ti para devolver a la persona y a la Madre Tierra sus derechos?

1 Francisco. Mensaje para el día de oración por la protección de la creación.

Si este tema despertó tu interés y quieres seguir profundizando, te invitamos a que visites la página oficial del IMDOSOC, donde podrás descargar de forma gratuita el libro Creación y Justicia: Reflexiones bíblicas sobre ecología integral y economías solidarias que reúne diversas reflexiones que nos ayudan a
comprender, desde la luz del Evangelio, cómo el cuidado de la creación y la justicia social están profundamente entrelazados en nuestra vida cristiana.

Diana Cortés
Investigadora del Imdosoc