San José y José el soñador, ¿quiénes fueron y en qué se parecen?
El Evangelio de Mateo nos da pie a discutir la aportación de las dos figuras.
En el Evangelio de San Mateo (2, 13-15. 19-23), nos presenta dos sueños tenidos por san José, el esposo de la virgen María y padre adoptivo del niño Jesús. En el primero de ellos Dios le pide que huya a Egipto pues Herodes quería matar al niño. En el segundo de ellos Dios le avisa que regrese a su tierra pues ya había muerto Herodes.
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Nos llama la atención que Dios se comunique con él por medio de sueños y esto nos lleva a recordar a uno de los patriarcas del Antiguo Testamento. Se trata de José, hijo de Jacob y Raquel. Su historia está narrada en el libro del Génesis (37,1-36.39,1-46,34). Era uno de los once hijos de Jacob y tenía sueños que contaba a los demás. En ellos preveía un futuro muy venturoso para él y el sometimiento del resto de sus hermanos.
Aunado a estos sueños, la preferencia de su padre, hizo a José odioso al resto de los hermanos así es que lo vendieron como esclavo. Fue a dar a Egipto y allí quedó acreditado como un excelente intérprete de sueños. Así llegó a interpretar los sueños del faraón, el cual lo puso como primer ministro de Egipto.
En este tiempo sobrevino una gran hambruna y sus hermanos fueron a postrarse a sus pies para suplicar les vendiera granos, con ello se cumplieron los sueños que había tenido de muy joven. José el soñador y san José coinciden en tener el mismo nombre, en tener que viajar a Egipto y en los sueños por los que Dios se comunicaba con ellos.
Pero, más allá, coinciden en que haciéndose obedientes a dichos sueños, alcanzaron la salvación. El primero al ir por delante de sus hermanos a Egipto y así prepararles un lugar para que huyeran del hambre, el segundo al huir a Egipto y así salvar la vida de Jesús Nuestro Señor y de la Virgen María.