¿Cómo se relacionó Jesús con los grupos sociales de su época?
Jesús estuvo en contacto con muchos grupos, a todos ofreció la salvación.
Lectura del Santo Evangelio (Lc 19, 1-10)
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó y al ir atravesando la ciudad, sucedió que un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús; pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que hospedarme en tu casa”. Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto, comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador”.
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”. Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido”.
Cultura Bíblica
Cuál fue la relación que tuvo Nuestro Señor Jesucristo con los diversos grupos sociales de su época?
El relato de este domingo nos presenta a Zaqueo un hombre perteneciente a un grupo de personas conocidos como publicanos o cobradores de impuestos para Roma. Esta palabra designa una profesión que ciertamente era redituable para quien la practicaba. El publicano en sentido estricto era la persona designada por contrato público por parte de Roma para hacer la recaudación de impuestos sobre el comercio o la tierra.
Este a su vez, podía conseguir otras personas que le ayudaran en la tarea. El relato nos dice que Zaqueo era “jefe de publicanos” así es que posiblemente él podría detentar el contrato con Roma y hacerse ayudar por otros. Con respecto a otros grupos sociales, o el conjunto de la población judía, los publicanos eran mal vistos y en cierto modo despreciados.
Jesús se acercó más de una vez a ellos, por ejemplo, escogió a Mateo para ser uno de sus doce apóstoles que era publicano en la ciudad de Cafarnaúm (Mc 2,13-14). También fue invitado a casa de algunos fariseos (palabra que significa “apartados”). Este grupo era un partido de inspiración religiosa que se caracterizaba por una búsqueda meticulosa en el cumplimiento de la ley.
Podemos pensar que dichas invitaciones a convivir con ellos fue una manera de tratar de ganarlo para su partido, pero Jesús normalmente no compartía sus formas de interpretar y aplicar la Ley de Moisés. No pocas veces los llamó hipócritas, en general porque no eran congruentes entre lo profundo de sus intenciones y sus actos.
Los saduceos era el grupo al que pertenecía la clase dominante sacerdotal, no era un grupo abierto a recibir miembros, puesto que pertenecían a él solamente los descendientes de Sadoc, pero sí contaba con muchos simpatizantes. Curiosamente, el modo de interpretar las Escrituras, por parte del Señor Jesús coincidía en buena medida con la forma de interpretar de los saduceos.
Había grupos de herodianos, que aceptaban la dominación romana, con ellos Jesús tuvo que ver muy poco, y en la única ocasión que interactúa con ellos su respuesta no fue de adhesión. Por último, un grupo no muy conocido por su nombre son los esenios. Se piensa con cierta seguridad que Juan Bautista perteneciera a este grupo. Los estilos de vida de Juan Bautista y de Jesús eran muy distintos, hubiera sido difícil que pertenecieran al mismo grupo religioso.
En síntesis, Jesús estuvo en contacto con muchos grupos, pero a ninguno perteneció como miembro. A todos ofreció la salvación.