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COLUMNA

Convicciones

La dictadura de Nicaragua persigue a los jesuitas

El golpe a los jesuitas, a la UCA, el mayor centro de pensamiento del país, es avanzar por el camino de la barbarie y volver a la época de las cavernas.

21 agosto, 2023
La dictadura de Nicaragua persigue a los jesuitas
Rubén Aguilar
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Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

Son ya años que la dictadura de Nicaragua, que encabezan Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, la “pareja imperial”, como le decía el sacerdote y poeta Ernesto Cardenal, persigue a la Iglesia.

Ahora su acción ha ido en contra la Compañía de Jesús. El pasado 19 de agosto, la policía invadió y después desalojó de su casa a los jesuitas que trabajaban en la Universidad Centroamericana (UCA). No les dejó llevar ninguna de sus pertenencias.

Día antes, el 16 de agosto, las fuerzas de seguridad del régimen arrebataron a los jesuitas la UCA con todos su bienes materiales y económicos, bajo la acusación de que la universidad era un “centro terrorista”.

La UCA, desde su fundación en 1960, durante los años de la dictadura somocista, ha sido la mejor universidad del país como se reconoce a nivel nacional e internacional. Nicaragua pierde ese centro de estudios.

El único, como se reconoce, que todavía mantenía la producción de pensamiento libre y crítico e impulsaba una formación universitaria que pudiera ser calificada como tal.

Los centros educativos, también las universidades, gestionados por el gobierno son ahora espacios de adoctrinamiento ideológico de muy bajo nivel académico.

El pensamiento independiente y libre, como el que impulsaba la UCA, en la Nicaragua de la dictadura fascista de Ortega y Murillo, se convierte en acto “terrorista” y la universidad, por lo mismo, en un “centro terrorista”.

El futuro de toda la educación en Nicaragua, la universitaria en particular, se ve como un absoluto desastre. El país se queda sin la formación de profesionales capacitados que requiere la sociedad.

La persecución a Iglesia implica la violación de los derechos humanos fundamentales signado en la Carta de Naciones Unidas, como la libertad religiosa y la libertad de expresión.

El golpe a los jesuitas, a la UCA, el mayor centro de pensamiento del país, es avanzar por el camino de la barbarie y volver a la época de las cavernas.

La dictadura fascista está dispuesta a todo, al más absoluto de los oscurantismos, por mantenerse en el poder. De eso se trata. ¿Hasta cuándo?

*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.


Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.