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COLUMNA

Columna invitada

¿En quién está fundada nuestra fe?

Resalta que si bien los milagros eucarísticos ayudan a fortalecer nuestra fe, no dejan de ser católicos quienes no los aceptan por alguna circunstancia.

16 junio, 2019
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Autor

Es responsable de la Comisión de Servicios Litúrgicos Espirituales de la Arquidiócesis de México. 

Hago esta contribución sobre milagros eucarísticos para Desde la fe, con el deseo de suscitar el asombro y la alegría ante la presencia de nuestro Señor Jesucristo en el Sacramento del Altar. Jesús Eucaristía es el mayor tesoro que tenemos los católicos, de Él vivimos y, al alimentarnos de Él, adquirimos la confianza y fortaleza en nuestro peregrinar hacia la patria celeste.

Antes de profundizar sobre el tema, te invito a que entres en tu corazón y hagas memoria de lo que ocurrió en ti el día de tu Primera Comunión. Muchas personas señalan que ese día fue el más feliz de su vida y, para muchos santos, fue el inicio de su nueva vida en Cristo. ¿Cómo viviste tu Primera Comunión?

Nuestro Señor Jesucristo instituyó en la Última Cena el sacramento de la Eucaristía, dejándonos su Cuerpo y su Sangre como alimento y bebida de Vida Eterna.Cada vez que el sacerdote católico consagra las especies del pan y del vino, la sustancia de ellas se transforma, conservando su color, sabor y su capacidad nutritiva, pero se convierten en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Esta transformación (transubstanciación) nos la asegura la fe, no la experiencia de los sentidos.

Hechos sobrenaturales

Se llama milagro eucarístico al hecho sobrenatural, reconocido por la Iglesia y que sucede en relación a la Eucaristía.

Lo primero a destacar es que nuestra fe está centrada en la presencia real, verdadera y sustancial de Jesucristo en la Hostia Consagrada, y no en estos fenómenos físicos que son un regalo que Dios permite como ayuda a la fe de quien lo necesite, pues “dichosos los que creen, sin haber visto” (Jn 20,22).

Es importante señalar que, antes de hablar de un “milagro eucarístico” y difundirlo, lo mejor es esperar a que el “hecho extraordinario” sea reconocido y avalado por la autoridad eclesiástica, para evitar dar fácil crédito a engaños.

Si bien los milagros eucarísticos reconocidos por la Iglesia pueden ayudarnos a fortalecer nuestra fe, quienes por alguna circunstancia no los aceptan, no por eso dejan de ser católicos o están en pecado, pues nuestra fe no está fundada en “milagros”, sino en nuestro Señor Jesucristo, quien nos pidió conmemorar sus palabras en la Última Cena y nos prometió estar con nosotros hasta el fin de los tiempos.

El más antiguo

En la actualidad las autoridades de la Iglesia reconocen 105 Milagros Eucarísticos en el mundo, los cuales están distribuidos en 20 países, siendo Italia en donde han ocurrido en mayor número (32), seguido por España (18) y Francia (12).

Alrededor del año 700 en Lanciano, Italia, ocurrió el primer milagro eucarístico reportado en la historia. Ocurrió  cuando un sacerdote de la orden de san Basilio que celebraba la Misa, vio cómo entre sus manos, la hostia que acababa de consagrar se transformaba en Carne y el vino del cáliz en Sangre.

Los fieles que participaban de la celebración constaron el hecho. Reservado cuidadosamente, este milagro se conserva hasta nuestros días. Estudios recientes, con técnicas modernas, han constatado que lo que se conserva en el relicario son grumos de sangre humana, lo mismo que la carne, con la peculiaridad ésta última de pertenecer a un corazón humano.

Los milagros y la fiesta de Corpus

En Orvieto, Italia, se conserva el corporal con manchas de sangre que cayeron de la hostia consagrada cuando se celebraba la Misa. Enterado el Papa Urbano IV, pidió que le llevaran el corporal ensangrentado. Poco tiempo después, el 8 de septiembre de 1264, publicó la bula Transiturus, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi.

Lo más importante

Además de las Hostias Sangrantes y Corporales Ensangrentados hay otros tipos de milagros, pero el fundamental es la transustanciación de las especies del pan y vino en el Cuerpo y la Sangre del Señor, y el segundo milagro más importante es la conversión y santificación de quien se alimenta de Jesús Eucaristía.

¿Cuándo fue la última vez que te alimentaste de Jesús Eucaristía?

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Autor

Es responsable de la Comisión de Servicios Litúrgicos Espirituales de la Arquidiócesis de México.