Estos son los 10 mandamientos del internet
Los 10 Mandamientos son tan actuales que podemos aplicarlos hoy en día al internet.
Es escritora católica y creadora del sitio web Ediciones 72, colaboradora de Desde La Fe por más de 25 años.
Que ‘todos lo hacen’, nunca es buena razón para hacer algo. Ser parte de la borregada, dejarse llevar por la corriente, jamás es conveniente.
En el Antiguo Testamento vemos que Dios no quería que Su pueblo elegido fuera como los demás pueblos, que eran idólatras y cometían aberraciones. Para preservarlo Dios le dio sabios mandamientos, cuyo cumplimiento todavía hoy garantiza vivir en paz con Dios y con los demás.
Hay quien cree que los 10 Mandamientos pertenecen al pasado y están superados, que basta con seguir el único mandamiento que nos dio Jesús, el de amarnos unos a otros como Él nos ama (ver Jn 13, 34-35). Pero no hay por qué elegir entre uno y los otros.
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Cumplir el que nos dio Jesús nos ayudará cuando entreguemos cuentas de nuestra vida en el Juicio Final, pues seremos examinados en el amor. Pero los primeros también nos ayudan, nos permiten aterrizar el mandamiento de Jesús en nuestra vida cotidiana y saber qué hacer y qué evitar. Ninguno ha perdido ni perderá vigencia. Tan es así, que podemos aplicarlos hoy en día a lo más ‘moderno’ que tenemos: el internet.
1. Amarás al Señor tu Dios y sólo a Él servirás
Hay quien lo primero que hace al despertar y lo último al dormir, es checar su celular. Y pasa el día navegando. El internet es su dios. Cuando se cayeron WhatsApp y Facebook hubo mucha gente desesperada por no poderse conectar. Cuidado. Lo primero al despertar y lo último al dormir debe ser agradecer a Dios, encomendarnos a Él. Y durante la jornada levantar la mirada hacia Él, no dejarla pegada en la pantalla. Que sea Dios y sólo Él lo más importante en nuestra vida.
2. No tomarás el nombre de Dios en vano
Abundan los mensajes que banalizan el nombre de Dios. Lo vuelven siglas: dtb (Dios te bendiga), gad (gracias a Dios). Debemos recobrar el sentido de lo sagrado y el respeto que nos merece Dios. No usarlo como sticker ni intentar manipular Su gracia o bendición. Decía mi abuelita: ‘lo santo debe tratarse santamente’.
3. Santificarás las fiestas
Domingos y días de fiesta en la Iglesia son para dedicarlos a Dios; asistir a Misa, reflexionar Su Palabra, dialogar con Él. Son tiempos para descansar, y nos haría mucho bien descansar del internet.
4. Honrarás a tu padre y a tu madre
Es triste que haya ancianitos que se sienten solos aun rodeados de familiares, porque éstos miran su celular y a ellos ni los ven ni les hablan. Valoremos la bendición de tenerlos y además de apoyarlos en sus necesidades, démosles atención y amor.
5. No matarás
En redes se cometen muchos asesinatos: se mata la buena fama, la autoestima, la alegría, la esperanza, la paz, con críticas, burlas, ataques despiadados. Hay que detenernos a considerar las consecuencias de lo que escribiremos o reenviaremos, y si va a hacer daño, detenernos.
6. No consentirás pensamientos impuros
Implica no visitar y si se entra sin querer, cerrar al instante sitios cuyo contenido pueda despertar deseo sexual. Decía san Francisco de Sales que el pecado inicia en el pensamiento. Cuidar lo que se ve, ayuda a evitar pensar algo indebido que lleve a pecar.
7. No robarás
Es delito, además de pecado, usar internet para robar identidades, hackear cuentas de banco, despojar a alguien de sus bienes o dinero. Que sea anónimo no le quita lo malo.
8. No mentirás
Implica ser veraces al navegar, no faltar a la verdad, no exagerar, no inventar y no conducir a otros al error.
9. No cometerás actos impuros
Jesús incluyó el adulterio y la fornicación entre las maldades que nos contaminan (ver Mt 15, 18-19). No se debe usar internet para tener ‘cibersexo’ ni concertar citas para encuentros sexuales, pues son pecados graves.
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10 No envidiarás a tu prójimo
Hay quienes se la pasan comparándose con otros, a ver si tienen más amigos, más ‘likes’, y viven una frustrante competencia que los deprime y enoja. Para tener paz, cada uno ha de ocuparse de lo suyo y aprender a alegrarse con los logros de los demás.
Pidamos a Dios que nos ayude a cumplir siempre Su voluntad, tanto en el mundo real como virtual.