Serán como dioses
El padre Eduardo Lozano nos da un consejo: no corras tras lo fácil y no te creas aquello de que “serán como dioses”.
SIEMPRE COMO HOY estamos en la posibilidad de encontrarnos con la verdad, y siempre como hoy, corremos atraídos rápidamente por la mentira; hay varias diferencias, y una es que hoy tenemos más velocidad, más inmediatez, más abundancia de mentiras y menos compromiso con la verdad… DESDE QUE EVA ES EVA (o sea: desde que ella es ella) y desde que Adán es Adán (o sea: desde que yo soy yo) el atractivo de la mentira se funda en un deseo desmedido e irracional (“serán como dioses”, dijo el enemigo), tendrán la felicidad con facilidad, tendrán el disfrute sin la obediencia, tendrán la libertad sin responsabilidad: todo al alcance de tu mano si es que te alejas de Dios… MENTIRAS EN LA HISTORIA propia y ajena, nacional o mundial; mentiras en la economía y los negocios, mentiras que nos llevan a esperar mucho y terminamos recibiendo poco, mentiras siempre atractivas y siempre falsas -¡por eso son mentiras!; mentiras que parecen chiquitas cuando en realidad todas son enormes por el mismo hecho de ser mentiras; hasta hemos hablado de “mentiras piadosas” como para justificar la buena intención con mala realización… EL SENTIDO COMÚN del campesino o del ama de casa atenta y cuidadosa, les lleva a una observación nada superficial, a un discernimiento en busca del bien aunque cueste, a la elección del mejor camino aunque duela, a tomar la medicina más amarga con la esperanza de alcanzar la salud, a desvelarse con tal de aprovechar mejor la luz del día siguiente, a sufrir con sentido sabiendo que en el fondo hay un gozo mayor… HAY QUE ESTAR ATENTOS en el manejo de la verdad para presentarla de acuerdo a la capacidad de un niño, de un enfermo, de un anciano; hay que estar atento a que algunas verdades se queden en reserva y discreción para respetar la conciencia y buena fama de otros; hay que ser atrevidos para anunciar la verdad cuando peligra la justicia y el derecho; hay que comunicar la verdad con alegría y en afán de crecer; ¡ojalá que las verdades nunca sean para seguir pisoteando al caído y aprovecharse del más débil!… LA VERDAD ES QUE NO SÉ por qué razón empecé y continúo así mi escrito, pero escribiendo en voz alta y escuchándome en voz baja yo mismo me veo beneficiado y soy el primero que debe poner atención a la proclamación de la verdad: ¡siempre nos hará libres! (Jn 8,32)… EN DÍAS PASADOS apareció en cartelera de cine el documental titulado “Hispanoamérica, canto de vida y esperanza” (Dir. José Luis López-Linares, 2024), y ya desde el título se antoja si es que buscamos la verdad auténtica, no la que han contado quienes matizan y deforman con ideologías sesgadas y visiones muy parciales; y retomo una expresión que por ahí pesqué y es aplicable a tantos otros ámbitos de la vida humana: si vemos la historia que no sea con pesar y enojo, sino para enfrentar nuestro presente con ánimo confiado y preparar el futuro con clara esperanza… ESTÁ CONCLUYENDO el Sínodo de los Obispos en Roma, y aunque hay muchos que aprovechan la ocasión para jalar el agua para su molino (con intenciones parciales, con búsqueda de ventajas particulares, con enfoques ideologizados), son claras y fuertes las voces que siguen haciendo resonar lo sabroso y actual de Evangelio: obispos africanos que abundan en vocaciones sacerdotales, voces desde la Amazonia que piden respeto y atención adecuada, insistencia en profundizar la fe familiarmente ante el enfriamiento europeo, en fin: muchas verdades que nos urgen… LAS VERDADES INMEDIATAS –en lo íntimo de tu hogar- finalmente son las más importantes y le dan sentido al día a día, de ahí que han de proclamarse en voz baja (te amo) y han de lucir a los cuatro vientos (¡miren cómo se aman!); verdades siempre en el respeto y la donación desinteresada (el nieto cuidando a su abuelo), siempre en la alegría del encuentro (amigos y vecinos en apoyo generoso)… EVITEMOS DAR OÍDOS a las mentiras y jamás les demos voz; y te sugiero caminos concretos para seguir alentando la verdad: escucha con respeto, observa con atención, lee lo valioso, conserva lo bello, comparte tus ideales, acepta la corrección, come saludable, bebe con gusto, camina con afán, no corras tras lo fácil y no te creas aquello de que “serán como dioses”…