Pongamos manos a la obra
Que no se nos olvide que la razón de ser y existir de nuestro entorno, de animales y de la humanidad misma, no consiste en quedarse cómodos en un punto
LAS COSAS PODRÍAN ESTAR peor –eso es cierto- y también podrían estar mejor –también es cierto-; la diferencia entre una y otra situación casi siempre la provocamos los seres humanos, es decir, como si nos empeñáramos en hacer las cosas difíciles cuando en realidad podemos hacerlas más fáciles, y como si lo fácil siempre se identificara con lo mejor, y como si lo mejor equivaliera a lo que es el gusto propio sin considerar la necesidad o el parecer ajeno… HACE MÁS DE UN AÑO que llegó aquel ciclón a las costas de Guerrero y hubo quien prometió lo mejor y lo mejor ya se tardó y no se ve para cuando; en una y otra parte la violencia sigue creciendo aunque se repita hasta el cansancio que ya todo va de maravilla; en el ámbito público y privado no cesa el mal aprovechamiento del agua y parecería que nos pagan por desperdiciar y despilfarrar; nos repiten infinitamente que cuidemos la salud propia y nos facilitamos el engaño y falseamos nuestra voluntad pidiendo la bebida “ligth”… EL ELENCO DE MALES señalados puede ampliarse hacia arriba o hacia abajo, hacia la derecha o izquierda, hacia delante o hacia atrás, pero que no se nos olvide que la razón de ser y existir de nuestro entorno, de animales y de la humanidad misma, no consiste en quedarse cómodos en un punto y ya, sino de avanzar hacia un estado mayor y mejor, en donde el clima y los planetas, los hipopótamos y las hormigas, los sabios e ignorantes, tengamos oportunidad de sumar y sumar y sumar… YO NO SÉ POR QUÉ las suricatas (carnívoras) y las zarigüeyas (marsupiales) son inmunes al veneno de alacranes; y así como este par de bichos terrestres, acaso hay bichos marinos con propiedades que nos parecen especiales y todos –toditos- son parte de una inmensa cadena de sumas que van diversificando y haciendo crecer nuestro mundo; yo estoy cierto que sus logros biológicos algún día serán para nuestro beneficio directo… A PRIMERA VISTA –disculpa que me atreva a afirmaciones temerarias- algún visitante extraterrestre diría que los seres humanos salimos sobrando en el concierto de la creación, pues vería cuánto hemos contaminado, cuánto nos agredimos, cómo nos deterioramos voluntariamente con drogas suaves, duras, químicas o naturales, ideológicas o políticas, religiosas o agnósticas; y aunque estarían patentes a su vista nuestros logros, sin duda pesarían más nuestras miserias… ME VIENE A LA MEMORIA la cancioncilla aquella de “un elefante se columpiaba sobre la tela de una araña”, y más allá de la ficción y fantasía, parecería que a los elefantes humanos nos pesa más la trompa que el cuerpo entero, y aún así seguimos viendo cómo la tela de araña de nuestra historia resiste y resiste y no se rompe; y dejando atrás toda temeridad, sigamos diciendo que las cosas pueden -¡y deben!- estar mejor… EN AQUELLOS AÑOS nuestro mundo y civilización conoció a Nerón y otros como él, más recientemente Hitler nos ha provocado terror y miedo, hoy se antoja mencionar a otros cuáles; y aunque tales nombres evoquen lo tremendo y desastroso, peor que ellos dos juntos podemos ser tú y yo y cada cual si no sumamos positivamente con lo que está al alcance de nuestra mano, con la minúscula tarea que la vida nos ha confiado, con lo insignificante que parezca nuestro paso y presencia en este mundo… SI POR UN IMPOSIBLE yo mismo me descartara de hacer el bien, y lleno de pesimismo y desesperación buscara ver para otro lado, de plano estaría equivocado y poco me haría merecedor de llamarme humano, que si tengo la luz de la inteligencia y el calor de la voluntad, estoy bellamente obligado a buscar y construir el bien… BASTA -POR AHORA- de mayor argumento o menor divagación, y afirmemos con todas sus letras que las cosas aquí y en China (y en todos sus puntos intermedios) deben estar mejor y pongamos manos a la obra, pies en el camino, ojos claros en el horizonte, y buena cara no sólo al mal tiempo, que hasta para dormir deberíamos hacerlo on una sonrisa…