La iglesia icónica del sur de la Ciudad de México
La Parroquia la Esperanza de María en la Resurrección del Señor captura la atención por su particular belleza.
Por su arquitectura, la Parroquia de la Esperanza de María en la Resurrección del Señor, es uno de los símbolos de la zona sur de la ciudad. Ubicada en Zacatepetl 303, en la colonia Parques del Pedregal, mucha de la gente que ha visitado esta iglesia asegura que la forma de esta iglesia asemeja a una paloma o que son las alas de una mariposa o un ángel, pero eso no es verdad.
“Lo cierto es que el arquitecto Plutarco J. Barreiro, quien la construyó, quiso ejemplificar las manos de Dios Padre sobre el universo o protegiendo a su pueblo. De hecho, hay una separación de vidrio entre el techo y los muros, que quiere decir que Dios sólo posa sus manos, sin aprisionar”, describe el párroco José Antonio Carballo, también Vicario Episcopal de la VI Zona Pastoral.
Debido a su cercanía con Perisur, uno de los centros comerciales más antiguos de la ciudad, esta iglesia también es conocida entre las personas que la visitan como Perichurch.
Al respecto, el vicario de la parroquia, el padre Víctor Jiménez, asegura que, pese a estar en una zona que la mayoría de la gente relaciona con las compras, la parroquia cuenta con feligreses que se preocupan y ocupan del bienestar de la comunidad de la VI Vicaría de la Arquidiócesis de México.
Una comunidad emprendedora
Una de las principales labores de la comunidad es la Feria del Trabajo, la cual se realiza dos veces al año. “La comunidad es la que se encarga de traer estas ofertas y de ir a buscar a las empresas. También repartimos despensas una vez al mes en las zonas marginadas de la vicaría”, comenta el sacerdote.
Carballo García agrega que entre las grandes fortalezas de la parroquia están la Pastoral Sociocaritativa (que se encarga de la bolsa de trabajo), la Pastoral Litúrgica (Catequesis y estudio de la Biblia) y la Pastoral Profética (acompañamiento espiritual de las personas).
Además destaca por su gran tamaño, ya que alberga nichos, librería y tienda de artículos religiosos.
La historia de este templo es reciente, se remonta a 1980, cuando inició como un proyecto de los vecinos de la zona.
En ese momento “algunas familias iniciaron un patronato llamado Esperanza A. C, mediante el cual recaudaban fondos para la construcción de la parroquia, a través de la venta de criptas; un paso fundamental para la edificación de la iglesia”, comenta el padre Carballo.
Para el párroco, el reto ahora es que la comunidad continúe fortaleciéndose y dar una “formación que nos haga capaces de llegar a más personas en la evangelización”, expresa.
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