La Parroquia de Santa Catarina, en el Centro Histórico, ya sufría el deterioro del paso del tiempo, sin embargo, fue el sismo del 19 de septiembre de 2017 el que acentuó sus daños y llevó a su cierre temporal.
“El cierre fue un parteaguas; sin embargo, lo hemos vivido como una fortaleza, si antes la comunidad estaba organizada, ahora es mucho más fuerte”, detalla el párroco Jaime Paredes.
La iglesia la han visitado expertos de la UNAM, el IPN, arquitectos del INAH, y todos coincidieron con el dictamen de las autoridades de la CDMX que declaró al lugar como “inhabitable y con daño estructural grave”, explica.
Al igual que otras 10 parroquias dañadas en Ciudad de México y que se encuentran cerradas, Santa Catarina espera la intervención de las autoridades para su restauración.
Mientras tanto, el padre Jaime Paredes mantiene la vida parroquial. Él también se encarga de la Parroquia de San Lorenzo Diácono y ahí retomó una serie de conciertos que realizaba en Santa Catarina.
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La fidelidad de la comunidad también ha sido clave. “Desde el sismo no hemos dejado de dar Misa en el atrio los domingos”.
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