Conoce San Bernardino de Siena, la Catedral de Xochimilco
Con la creación de una nueva diócesis, este templo se ha convertido en Catedral.
El templo de San Bernardino de Siena es uno de los más antiguos e importantes del sur de la Ciudad de México. Se halla enclavado en un pueblo que, gracias a sus características geográficas y topográficas, adquirió una gran relevancia para el gobierno español desde los inicios de la conquista: Xochimilco, que fue nombrado Noble Ciudad en 1559 y Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987. Con la creación de la nueva Diócesis de Xochimilco, este templo se ha convertido en Catedral.
TE PUEDE INTERESAR
Todo lo que debes saber sobre las tres nuevas diócesis mexicanas
Los primeros evangelizadores que llegaron a Xochimilco: fray Bartolomé de Olmedo y fray Francisco de Soto, entre otros, encontraron un pueblo bien organizado y cooperativo, que permitieron que los religiosos cumplieran paulatinamente su labor misionera. De inmediato se dieron a la tarea de levantar una capilla cuya construcción inició hacia 1535, y en 1590 se culminó la obra con un complejo de templo, convento y colegio que atendió a los indígenas por espacio de dos siglos.
Desde sus inicios, el recinto fue dedicado a San Bernardino de Siena, santo italiano que murió en 1444. Su construcción manifiesta el estilo de los templos franciscanos coloniales de tipo fortaleza medieval, con atrio “amurallado”, donde los naturales eran bautizados y en las esquinas se hallaban las pequeñas capillas pozas, donde se acomodaban los indios en las celebraciones. En su fachada, con arco de medio punto, destacan las almenas que le dan esa apariencia de fortaleza. Tiene torre campanaria que fue añadida posteriormente y también le fue agregado un reloj, producto de modificaciones modernas. Al parecer, su cúpula es una de las primeras (sino no es que la primera) en México y la nave tiene bóveda de cañón corrido.
En su interior reposa una joya artística: el retablo principal (por su riqueza es comparado con el del convento de Huejotzingo en Puebla), que es una pieza exquisita en cuanto a ornamentación; en él destacan en su calle central pinturas de la Virgen, de Jesús y de San Bernardino; lo enmarcan tallas de santos en madera policromada en varios niveles. La sillería del altar, tallada en madera, es un bello trabajo artesanal. En las paredes del recinto existen retablos de ex votos y pinturas, menores en cuanto a ornamentación y antigüedad, pero muy interesantes como devocionarios del pueblo, que se conservan en regular estado. A ambos lados del altar se hallan sendos púlpitos también de madera tallada, característicos de los templos franciscanos.
A la entrada del templo hay una escultura muy visitada, reflejo del fervor del pueblo xochimilca: la imagen de San Judas Tadeo que se encuentra enmarcada por flores y testimonios de agradecimiento por algún favor cumplido. Ahora está protegida entre cristales debido al desgaste por el contacto con los fieles.
En el ala derecha se encuentra la Capilla del Santísimo, donde se llevan a cabo diversas celebraciones, y el antiguo portal de peregrinos aún se conserva como entrada a las oficinas parroquiales y al claustro.
La religión ha sido un elemento muy importante en la organización social del pueblo de Xochimilco; por ello, la veneración a los santos, especialmente al Niñopa, involucra a gran parte de sus habitantes en la organización de las fiestas, lo que le da identidad como pueblo.