El Templo Expiatorio de León, la pequeña ‘Notre Dame’ de México
Cuando el obispo de León, Emeterio Valverde y Téllez bendijo la primera piedra del Templo Expiatorio Diocesano del Sagrado Corazón de Jesús, aquel 8 de julio de 1921, nadie imaginó que, 90 años después, la visita de un Papa a México -Benedicto XVI- sería la motivación para concluirlo en su totalidad, y que finalmente fue inaugurada el 20 de marzo de 2012.
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Construido con estricto estilo neogótico, con sus rosetones, vitrales, agujas, arcos, columnas y otros elementos arquitectónicos que a no pocos les hacen ver algunas semejanzas con la Catedral de Notre Dame, en París, esta iglesia materializó el anhelo de muchos, pues algunas dificultades alargaron su construcción: primero, una alarmante inundación en 1926, y luego la Guerra Cristera (1926 a 1929).
Pese a todo, la construcción avanzó a lo largo de los años, sin detenerse del todo, de acuerdo con lo que explica el investigador Martín Checa en su estudio Visiones del neogótico mexicano.
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El predio original fue cedido por una creyente devota del Sagrado Corazón, llamada Martha Araujo. Los fieles recaudaron fondos, y poco después de su inicio, los arquitectos pensaron que para obtener recursos se podía crear una amplia zona de criptas, aprovechando los 12 metros de profundidad de los cimientos.
A la larga, esto se convirtió en un sello característico de la iglesia, con sus nichos cubiertos de mármol blanco, sus arcos, columnas de mármol verde traído de Guatemala, y su elegante altar.
Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús
Los detalles
Entre los detalles que cautivan a los visitantes están los vitrales: unos fueron realizados en Encarnación de Díaz, Jalisco, y otros en León, en el taller del arquitecto Rodolfo Gutiérrez.
Muestran varias escenas bíblicas: la Anunciación, el Nacimiento de Cristo, el Calvario, Pentecostés, la Ascensión del Señor, Cristo Rey del Universo y la Basílica de San Pedro, en Roma. Hay uno más que reproduce a la ciudad de León con sus principales edificios e iglesias.
Otro detalle son las puertas de bronce de la fachada, que tienen relieves diseñados por el escultor José Carlos Ituarte González; estos representan la creación y la expulsión de Adán y Eva del paraíso terrenal, la Anunciación, Jesús ante el pueblo de Israel, la Última Cena, la Crucifixión y la Resurrección, entre otros.
La campana mayor, instalada a 13 metros de altura, pesa más de dos toneladas y media, y fue fundida en 1950 por el artesano leonés Tiburcio Medina.
Hoy, el Templo Expiatorio de León es uno de los principales atractivos turísticos de esa ciudad, y una de las iglesias de estilo neogótico más reconocidas del país. anales reparten en Catedral miembros de la pastoral socio-caritativa.
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