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¿Qué hago si no puedo comulgar? Consejos para participar plenamente en Misa

Hay una serie de razones por las que un católico se ve impedido o no puede comulgar, sin embargo, ello no debe ser un impedimento para que los fieles puedan participar plenamente de la Santa Misa y cumplir con el mandato de adorar y respetar a Dios.

Es importante que tomes en cuenta que si no puedes comulgar, la plena participación en la misa se logra al escuchar y reflexionar sobre la Palabra de Dios, orar con la comunidad, y unirse espiritualmente a la celebración, incluso ofreciendo una plegaria silenciosa o un gesto de comunión con la señal de la cruz cuando se indica la bendición final.

Recordemos que la Misa glorifica a Dios incluso sin recibir la comunión, y el no poder comulgar puede ser una oportunidad para crecer en la fe y dirigirse a un sacerdote para regresar a la comunión plena.

¿Por qué la Misa es esencial para los católicos?

Monseñor Pedro Agustín Rivera Díaz, responsable de la Comisión de Servicios Litúrgicos Espirituales de la Arquidiócesis Primada de México, aseguró que la Misa es esencial para la vida de los católicos porque en ella se actualiza el sacrificio redentor de nuestro Señor Jesucristo, ya que Él muere para la salvación de la humanidad, de todos, los católicos y los no católicos.

“Para aquellos que nos decimos católicos asistir a Misa no es una opción y tampoco una obligación, ni una devoción, es un acto de amor, es un acto de fe, es un acto de correspondencia al gran amor que Dios nos tiene. Recordemos que la misa no la hace el sacerdote ni la hacen los fieles. Es Cristo mismo quien se ofrece al Padre. El sacerdote actúa en la persona Cristo, es decir, en el nombre del Señor Jesús por la gracia del ministerio sacerdotal”, indicó.

Por ello, continuó, el sacerdote debe de saber vivir este momento con profunda entrega al Señor y de su fe también debe de alimentarse la fe de aquellos que van a la misa, pero recordando que “la fe del pueblo de Dios no depende del sacerdote, sino que depende de la respuesta y de la conciencia que cada quien tenga de que ahí, en el sacrificio redentor de Cristo, se renueva la salvación personal y de la humanidad indudablemente”.

Los católicos podemos disfrutar dos banquetes en la Misa

En este sentido, monseñor Pedro Agustín subrayó que durante la celebración de la Santa Misa los fieles tienen la posibilidad de disfrutar de dos banquetes: la liturgia de la Palabra y la liturgia Eucarística.

  • “La liturgia de la palabra es poner nuestra conciencia, nuestra inteligencia, nuestro oído y preparar todo nuestro ser, escuchando la Palabra de Dios, procurando comprenderla, hacerla vida.
  • “La liturgia Eucarística, una vez que hemos escuchado la Palabra, nos hemos alimentado del pan de la Palabra, y estamos listos para alimentarnos del pan de la Eucaristía, del cuerpo mismo de nuestro Señor Jesucristo, de su cuerpo y de su sangre, donde Él está, todo Él”.

¿Por qué es importante la Comunión para los católicos?

Una de las maneras más significativas en que Jesús permanece con nosotros es en el sacrificio de la Eucaristía, donde el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, quien se encuentra plenamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar.

“Adoramos a Jesús en el Santísimo Sacramento durante la misa, en la adoración eucarística, y donde Él se encuentre presente en el tabernáculo, pero una de las maneras más importantes e íntimas que compartimos en Su presencia, es cuando recibimos la Sagrada Comunión.

“La Sagrada Comunión nos une más estrechamente a Jesús, y también es signo de que vivimos en comunión con Su Iglesia, siguiendo las enseñanzas que Jesús nos transmitió”, señala la Arquidiócesis de Atlanta, Estados Unidos en su sitio web.

En la Sagrada Comunión, recibimos a Jesucristo, quien se entrega a nosotros en Su cuerpo, sangre, alma y divinidad. Esta unión íntima con Cristo significa y fortalece nuestra unión con Él y Su Iglesia, además de que también nos fortalece contra el pecado, nos ayuda a vivir una vida cristiana y nos prepara para el banquete celestial.

¿Quiénes no pueden comulgar?

De acuerdo con el Código de Derecho Canónico, las personas que no pueden comulgar son las que se encuentran en estado de pecado mortal, aquellos que viven en unión libre o viven de forma no reconocida por la Iglesia, los excomulgados y quienes se encuentran obstinadamente en un manifiesto pecado grave, así como aquellos que no han sido bautizados y sin haber hecho la Primera Comunión.

Pecado mortal y arrepentimiento

  • Pecado mortal: Quien comete un pecado mortal —una transgresión consciente y voluntaria de la ley de Dios en materia grave— debe confesarse y recibir el sacramento de la Reconciliación antes de comulgar para restaurar su estado de gracia.
  • Persona en pecado grave manifiesto: Aquellos que persisten en un pecado grave y manifiesto no deben ser admitidos a la Comunión, ya que no están en las condiciones adecuadas para recibirla.

Situaciones de estado irregular

  • Uniones no reconocidas: Las parejas que viven en unión libre (conviviendo sin estar casadas por la Iglesia) están fuera del orden sacramental y, por lo tanto, no deben comulgar.
  • Divorciados vueltos a casar: Las personas divorciadas que se han vuelto a casar civilmente, pero sin una declaración de nulidad de su matrimonio anterior, se consideran en una situación de pecado por la Iglesia y no pueden comulgar.
  • Excomulgados y entredicho: Las personas excomulgadas o que están bajo la pena de entredicho no deben ser admitidas a la Sagrada Comunión.

¿Cómo participar plenamente en Misa si no puedo comulgar?

Aunque la recepción digna de la Sagrada Comunión es un gran regalo, si una persona no puede comulgar, debe considerar que no es necesario que un católico comulgue para poder participar plenamente en la Santa Misa, pues su participación en ella glorifica a Dios y puede ser de gran valor espiritual aun cuando uno no reciba el Cuerpo de Dios.

En este contexto, te compartimos unos consejos que puedes seguir para participar de manera plena en la Santa Misa:

Participa activamente en la liturgia:

  • Escucha la Palabra de Dios: Presta atención a las lecturas y la homilía, reflexionando sobre su significado para tu vida y meditando en ella.
  • Ora con la comunidad: Únete a las oraciones comunitarias y, en tu corazón, pide la bendición de Dios sobre ti y el mundo.
  • Asiste de pie, sentado o arrodillado: Sigue el ritmo de la celebración, participando en los gestos y posturas del cuerpo que la comunidad realiza.

Demuestra tu comunión y fe:

  • Haz la señal de la cruz al final de la misa: En lugar de recibir la comunión, puedes hacer la señal de la cruz sobre tu frente, labios y pecho cuando se imparte la bendición final.
  • Muestra tu deseo de unirte: Aunque no recibas la Comunión física, tu deseo de participar y acoger las enseñanzas de la Iglesia es una forma de comunión.
  • Realiza la Comunión Espiritual: Con ella se manifiesta definitivamente el deseo de recibir a Jesús, así como la pena y el dolor por no poderlo recibir, pero puedes pedirle que venga a ti y a tu familia de manera espiritual.

¿Cómo participan en Misa y mantienen su fe las parejas en situación irregular?

Al referirse al caso de las parejas que viven en una situación irregular, Monseñor Pedro Agustín, señaló que si bien no pueden comulgar sí pueden participar plenamente en la Misa y mantener su fe de varias maneras.

Explicó que el Papa san Juan Pablo II, a través de su Exhortación Apostólica Familiaris Consortio, anima a esas personas a superar su situación irregular si es posible, por ejemplo, regularizando su estado civil si no están casados por la iglesia.

Subrayó que en caso de que ello no sea posible, por diversas circunstancias, y por ende no pueden recibir la comunión, siguen siendo parte de la iglesia y al no estar excomulgados, están invitados a participar en la Misa, incluidas las oraciones y la palabra de Dios.

“El Papa Juan Pablo II subraya que Cristo ha dotado a la Iglesia de muchos dones que no se limitan al sacramento de la Eucaristía, por lo tanto, las personas pueden esforzarse por vivir a través de obras de misericordia, una vida de oración y dar testimonio.

“Para las parejas con hijos, el Papa los alienta a asegurarse de que aprendan las verdades de la iglesia, por ejemplo, llevándolos al catecismo y los sacramentos. También deben orar por la gracia para superar su situación, además de que pueden encontrar oportunidades para manifestar el amor misericordioso de Dios a través de apostolados. Si bien la participación plena con el sacramento de la Eucaristía puede no ser posible, las personas aún pueden comprometerse con la amplia riqueza de la gracia de Dios dentro de la iglesia”, puntualizó.

Jorge Reyes

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de más de 30 años como periodista en medios como Reforma, El Centro y Notimex, así como funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.

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