Nacimiento. Foto: Cathopic
Se acerca la gran fiesta de la Navidad, y cada vez son más las personas que han terminado de montar su Nacimiento, Pesebre o Belén familiar, y ahora buscan una oración para bendecirlo, lo cual es una bella costumbre.
Al final de este artículo podrás encontrar la oración, pero antes te queremos recordar brevemente el origen de esta hermosa tradición.
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La tradición del Nacimiento, Pesebre o Belén nos lleva a san Francisco de Asís, en el siglo XI, cuando en Greccio, Italia, representó el nacimiento de Jesús ¡en vivo!
Desde ese momento, comenzó a extenderse entre los cristianos de todo el mundo la costumbre de representar el nacimiento de Jesús con figuras de diferentes materiales, pero siempre con devoción y alegría.
Resumen de la Carta Apostólica Admirabile signum del Papa Francisco sobre la importancia y significado del Nacimiento.
Cuando comenzó el protestantismo, intentaron sustituir los nacimientos por el árbol de Navidad porque los protestantes y evangélicos tienen prohibido hacer imágenes; sin embargo, las representaciones de los nacimientos continuaron realizándose, y los católicos asumimos sin ningún problema la costumbre del árbol de Navidad.
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A México nos llegó la costumbre desde España, donde todavía existe muy arraigada la tradición de los Nacimientos, aunque ellos les llaman “Belenes”. Por los españoles también llegó el Nacimiento a muchos países de América Latina, en algunos de los cuales se les llama Pesebre.
Y hasta la fecha, en muchas partes del mundo, hay familias que suelen montar Nacimientos gigantescos, con estructuras mecánicas impresionantes, y muchas escenas que invitan a contemplar diferentes pasajes bíblicos.
Si ya has colocado tu Nacimiento y buscas una oración para bendecirlo, ¡muchas felicidades por continuar esta hermosa tradición!
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Señor Jesús, te pedimos que bendigas este nacimiento que con cariño y devoción hemos preparado. Que sea para nosotros un signo de Tu amorosa cercanía y ternura. Pero también, un recordatorio eficaz de que el único camino para seguirte y transformar el mundo es hacernos pequeños y servidores de todos. Amén.
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