Imagen del Santo Sepulcro en Jerusalén. (Foto: Especial)
¿Dónde está enterrado Jesús?, es una de las preguntas más comunes que la gente se hace en internet. Que Jesucristo fue sepultado, es un hecho incuestionable. De hecho, la tumba de Jesús es un lugar de veneración al que acuden miles de personas cada año en Jerusalén. Pero, ¿es ahí donde está enterrado Jesús?
La fe católica nos enseña que Jesucristo fue sepultado después de su crucifixión, pero resucitó al tercer día y ascendió al Cielo en cuerpo y alma.
En el Credo recitamos que, según las escrituras, Jesús “resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre”.
Estar sentado ‘a la derecha del Padre’, nos explica el Catecismo de la Iglesia Católica, “significa la inauguración del reino del Mesías, cumpliéndose la visión del profeta Daniel respecto del Hijo del hombre: ‘A Él se le dio imperio, honor y reino, y todos los pueblos, naciones y lenguas le sirvieron'” .
Entonces, si te preguntas, ¿Dónde está enterrado Jesús? te decimos que la tumba de Jesús no es el sitio donde está enterrado porque él Resucitó. Pero vamos a explicarlo por partes.
Conoce cómo fue la Crucifixión de Jesús.
Jesús, el Hijo de Dios, murió en el Monte Calvario -también conocido como Gólgota– en la ciudad de Jerusalén, junto a los ladrones Dimas y Gestas. Esto, luego de que el Sanedrín, el consejo supremo de los judíos, lo condenara a muerte acusándolo de blasfemia.
Lo explica San Marcos en su Evangelio: “Los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno buscaban un testimonio contra Jesús, para condenarlo a muerte, y no lo encontraban. El sumo sacerdote lo interrogó preguntándole: “¿Eres tú el Mesías, el Hijo de Dios bendito?”.
Jesús contestó: “Sí lo soy”. Y todos lo declararon reo de muerte” (Mc 14, 55.60-61.62.64).
El Gólgota estaba ubicado al exterior de las murallas de Jerusalén, aunque muy cerca de ellas.
Actualmente, el montículo se localiza al interior de la Iglesia del Santo Sepulcro, un lugar de veneración de diferentes iglesias cristianas, entre ellas la Católica, la Ortodoxa y la Iglesia Apostólica Armenia.
La Iglesia del Santo Sepulcro fue construida en el siglo IV por órdenes del emperador Constantino, luego de que su madre, santa Elena, encontrara el sitio de la tumba de Jesús.
El evangelista Marcos explica que, tras la muerte del Señor, “José de Arimatea compró una sábana y, bajando a Jesús, lo envolvió en la sábana y lo puso en un sepulcro, excavado en una roca” (Mc 15, 46).
José de Arimatea era, cuenta por su parte San Lucas, un miembro del Sanedrín, pero un hombre “recto y justo” que no estuvo de acuerdo con las decisiones de los demás.
A la muerte de Jesús, José no dudó en usar sus influencias para pedir a Pilato -la autoridad romana de Judea en aquella época- el cuerpo de Jesús para enterrarlo debidamente en un sitio de su propiedad.
De acuerdo con los evangelios, el lugar donde fue enterrado Jesús estaba muy cerca del Gólgota. Aquella piedra tallada donde fue enterrado Jesús se convirtió con el tiempo en el centro de peregrinación más importante del cristianismo, que hoy en día se le conoce como la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén.
El edículo. Foto: Radio Armenia.
Desde el siglo XIX la tumba está cubierta por una pequeña capilla ubicada al interior de la Basílica del Santo Sepulcro, conocida como Edículo.
De acuerdo con National Geographic, al menos desde 1555 después de Cristo, la tumba había estado cubierta por un mármol ennegrecido por las veladoras de los fieles y fue abierta por primera vez en siglos por un equipo internacional de arqueólogos.
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De acuerdo con el relato evangélico de Mateo, el Santo Sepulcro era una excavación en una roca, y la puerta era una piedra que sellaba la entrada (Mateo 27, 60).
El portal de National Geographic, que en 2016 acompañó una exhaustiva investigación de la tumba encabezada por la Universidad Politécnica Nacional de Atenas, explica que el sepulcro “consiste actualmente de una losa o lecho mortuorio de piedra caliza que fue tallado en la pared de una cueva”.
“Esta es la roca sagrada que ha sido venerada durante siglos, pero solo hasta ahora podemos verla”, dijo entonces Antonia Moropoulou, quien encabezó los trabajos de investigación y de restauración del Edículo.
Las características de la tumba (la excavación en una piedra) coincide con los relatos bíblicos.
Debajo de la losa de mármol que cubre la tumba de Jesús, los investigadores encontraron otro recubrimiento de más de mármol inscrito con una cruz que podría datar de la época de las cruzadas.
Finalmente, cuando fue retirado, quedó al descubierta la piedra caliza del lecho mortuorio donde fue enterrado Jesús.
La Iglesia del Santo Sepulcro es el principal sitio de veneración de los cristianos de todo el mundo por una razón muy sencilla: es el lugar donde Jesús Resucitó. Cabe recordar que, para los católicos, la Resurrección del Señor es el fundamento de la fe.
Lo escribió San Pablo en su carta a los Corintios: “Si Cristo no está resucitado, y si nosotros no resucitamos, nuestra fe no tiene sentido, nuestra predicación es inútil, y nuestros pecados no han sido perdonados”. (1 Cor. 15, 14-16).
Vista exterior de la Basílica del Santo Sepulcro, donde fue enterrado Jesús. Foto: Wikipedia.
Después del proceso de restauración y de investigación del Santo Sepulcro, la tumba fue sellada nuevamente con el mármol original para garantizar su conservación.
Cabe recordar que este mármol fue colocado por los custodios del sitio para evitar que continuara la degradación y también para que los peregrinos no tomaran piezas de piedra y las llevaran como reliquias a sus lugares de origen.
Los franciscanos en el sitio donde fue enterrado Jesús. Los custodios de Tierra Santa.
Desde hace más de 800 años, los Papas han encomendado la custodia del Santo Sepulcro a los franciscanos de Tierra Santa, que comparten el cuidado de la Basílica con la Iglesia greco-ortodoxa y la Iglesia apostólica armenia; las tres iglesias son las encargadas del mantenimiento.
No obstante, en la Iglesia hay presencia de seis comunidades cristianas; además de las ya mencionadas, están los coptos, los sirios ortodoxos y etíopes.
La Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén, donde fue enterrado Jesús, se puede visitar todos los días. De abril a septiembre, en un horario de 5:00 a 21:00 horas; de octubre a marzo, de 4:00 a 19:00 horas.
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