El Viernes Santo es un día de reflexión para los católicos, que nos permita acompañar espiritualmente a Jesucristo en su Pasión y Muerte. Además, es una jornada de ayuno y abstinencia. Tradicionalmente, este día las parroquias organizan la representación del Viacrucis, el cual nos permite meditar, orar y acompañar, a través de las 14 estaciones, a Jesús en su camino hacia el Monte del Calvario.
Posteriormente, se lleva a cabo la adoración de la Cruz, que representa un signo de redención de Cristo, porque los cristianos no adoramos un madero, sino que adoramos a Dios y a su Hijo Jesucristo. Luego de ello, nos unimos a la Virgen María reflexionando sobre su dolor y soledad, lo cual nos debe servir de ejemplo para poder soportar nuestras pruebas y sufrimientos.
Por segundo año consecutivo, muchos católicos no podremos asistir a los templos, pues la pandemia de COVID-19 continúa latente. Por eso, aquí te presentamos una serie de recomendaciones para que en tu hogar y en compañía de tu familia puedas participar en esta importante celebración.
El color Litúrgico es el rojo. Decora la mesa de tu comedor con un mantel o listón de color rojo con un crucifijo al centro de la misma. En las puertas, ventanas o balcones podemos poner una cruz representativa del momento solemne que vivimos.
El encierro en el que nos encontramos no debe ser un impedimento para que puedas vivir las estaciones del Viacrucis dentro de tu casa y rezarlo en familia. Para ello, puedes colocar algunas pequeñas cruces por cada una de las 14 estaciones.
Estas pueden ser realizadas por los miembros de la familia con algún material sencillo. Si el espacio de tu hogar es reducido puedes hacerlas en un mismo lugar. Al finalizar, realiza la meditación de las 7 palabras.
Leer: Un Viacrucis para orar y pedir la ayuda de Dios contra la pandemia
Reunidos en torno a una pequeña mesa el jefe o jefa de familia puede sostener un crucifijo o una Cruz tapada con un lienzo o pedazo de tela, luego realizará una pequeña reflexión sobre la cruz e irá destapándola para que cada uno de los miembros de la familia se acerquen a besar la Cruz y hacer un acto de adoración ante ella.
En algún lugar de la casa se puede poner una imagen de la Virgen Dolorosa o alguna otra imagen que se tenga de ella haciendo alguna reflexión sobre el dolor y la experiencia de muchas madres que pierden a sus hijos como víctimas de la violencia o injusticias.
En este día no debe haber adornos ni flores. Para vivir mejor este momento se puede invitar a hacer pequeños sacrificios en familia, como no escuchar música, no usar la televisión, ni los celulares, entre otros.
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