Se llama “Rosario” porque es como una colección de rosas preciosas ofrecidas a Dios a través de la más preciosa rosa que es la Virgen María. Foto: Cathopic
Rezar el Rosario es fácil de aprender, y rezarlo es acogerse a la amorosa y poderosa intercesión de María. Consiste en meditar, cada día, al menos cinco ‘Misterios’ (es decir, realidades divinas que superan nuestra comprensión), y en cada uno rezar un Padrenuestro, diez Avemarías y un Gloria al Padre.
Dedica un momento a meditarlo. Relaciónalo con lo que estás viviendo y dialoga con María al respecto, sea para agradecerle o encomendarle una petición.
Estos son los Misterios a meditar:
Leer: Rosario del martes y viernes: Cómo rezar los Misterios Dolorosos
Leer: Rosario de los jueves: Cómo rezar los Misterios Luminosos del Rosario
Te suplicamos nos concedas, Señor, Dios Padre nuestro, gozar de continua salud de alma y cuerpo, y por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre Virgen María, vernos libres de las tristezas de la vida presente y alcanzar los gozos de la vida eterna. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
El Cardenal llamó a los sacerdotes a ser “discípulos-misioneros” cercanos a su pueblo, viviendo con…
Así fue el primer viaje apostólico del Papa León XIV: encuentros históricos, oración ecuménica y…
Es el tiempo de la fe, de quienes se atreven a creer que otro mundo…
¿Qué actitudes, creencias y pasos concretos podemos dar, como comunidad, para promover economías solidarias que…
El Salvador vendrá, no para ser de nuevo juzgado, sino para llamar a su tribunal…
La Catedral Metropolitana de México concluirá el Año Jubilar de la Esperanza con el cierre…