5 advocaciones poco conocidas de la Virgen María
Conoce algunas advocaciones de la Virgen María.
A lo largo de la historia, la Virgen María ha sido fuente de esperanza y consuelo para millones de fieles en todo el mundo. Bajo diversas advocaciones, su presencia ha marcado la vida de comunidades enteras. Estas son algunas de las menos conocidas.
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1. Nuestra Señora de Akita
Esta advocación se originó en la ciudad de Akita, Japón, en 1973, cuando la hermana Agnes Sasagawa afirmó haber recibido apariciones y mensajes de la Virgen María. La estatua de la Virgen en su convento lloró lágrimas humanas en múltiples ocasiones, lo que fue presenciado por varias personas. Los mensajes llamaban a la oración, la penitencia y la conversión, advirtiendo sobre el peligro del pecado en el mundo.
En 1984, el obispo de la Diócesis de Niigata reconoció la autenticidad de las apariciones y autorizó en toda la diócesis la veneración de la Santa Madre de Akita. En junio de 1988, mucho antes de ser el Papa Benedicto XVI, el Cardenal Ratzinger, que en ese entonces era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, aseguró que Akita es una continuación de los mensajes de la Virgen de Fátima.
2. Virgen de Chapi
La Virgen de Chapi es una advocación de la Virgen María muy popular del sur de Perú. Su imagen, de origen español, alude a la Purificación de la Virgen María y llegó al continente a principios del siglo XVIII. Según la tradición, durante su traslado a un pueblo cercano, la imagen expresó en quechua o aymara la frase “¡Chaypi, Chaypi!” (que significa “aquí”), indicando su deseo de quedarse en ese lugar. Por ello, se erigió un santuario en su honor en la localidad desértica de Chapi, a 60 km de Arequipa.
La devoción a la Virgen de Chapi ha crecido con el tiempo, y la población arequipeña la llama cariñosamente “la mamita”. En 1985, el Papa Juan Pablo II visitó Arequipa para coronar la imagen, dejándole un rosario como recuerdo.
3. Virgen de Kibeho
La Virgen de Kibeho es el nombre con el que se conoce a las apariciones marianas ocurridas en Kibeho, Ruanda. Son las únicas reconocidas por la Iglesia Católica en el continente africano. Estas fueron sus tres videntes:
- Alphonsine Mumureke fue la primera en tener las apariciones, que ocurrieron en su escuela. Aunque inicialmente fue ridiculizada, más tarde fue filmada durante las visiones y examinada por médicos de la comisión eclesiástica.
- Nathalie Mukamazimpaka comenzó a ver a la Virgen en enero de 1982 y continuó durante casi dos años.
- Marie Claire Mukamgango (21 años) tuvo visiones entre marzo y septiembre de 1982. Aunque inicialmente era escéptica, la Virgen le confió la misión de difundir la devoción al Rosario de los Siete Dolores de María.
Aunque se tiene registro de más apariciones, no son consideradas aprobadas por la Iglesia Católica.
4. Nuestra Señora de China
Nuestra Señora Madre de China es una imagen de la Virgen María con el Niño Jesús en brazos, ambos con vestimentas que aluden al imperio chino. No se trata de una aparición mariana, pero esta devoción tiene una profunda carga espiritual y cultural, ya que representa la unión de la fe católica con la identidad china.
El principal centro de devoción a Nuestra Señora Madre de China se encuentra en Donglü, un pequeño poblado de la provincia de Hebei.
5. Nuestra Señora de Velankanni
La Virgen de Velankanni es una advocación de la India que también es conocida como la “Lourdes del Oriente” o Nuestra Señora de la Buena Salud y es famosa por su intercesión para realizar curaciones físicas y espirituales. La devoción a esta Virgen se debe a dos apariciones marianas y un milagro, que ocurrieron entre los siglos XVI y XVII.
La primera aparición tuvo lugar alrededor del año 1570. Según la tradición, un niño hindú de Velankanni, que trabajaba como lechero, se dirigía a entregar leche en la aldea cercana. Durante su trayecto, la Virgen María se le apareció junto a un niño y le pidió un poco de leche para su hijo. El niño accedió y continuó su camino. Al llegar a su destino, se sorprendió al ver que la jarra aún estaba llena de leche, a pesar de haberla compartido.
En la segunda aparición, la Virgen se apareció a un niño discapacitado que vendía suero de leche en las calles. La Virgen lo miró con ternura y le pidió un poco de su bebida. Después de beber, la Virgen le sonrió y el niño quedó completamente sanado. La Virgen le pidió que anunciara su deseo de que allí se construyera una capilla en su honor. El niño corrió al poblado vecino para contar lo sucedido.
El tercer evento milagroso ocurrió en 1644, cuando un grupo de marineros portugueses fue sorprendido por una violenta tormenta mientras cruzaban la Bahía de Bengala. En medio del pánico, invocaron la protección de la Virgen María, prometiendo construirle una capilla si se salvaban. Milagrosamente, la tormenta cesó y la embarcación llegó a salvo a las costas de Velankanni. Fieles a su promesa, los marineros construyeron una capilla de madera dedicada a la Virgen en el lugar donde habían desembarcado.