Hay santos que han destacado por la promoción al estudio y que han sido fundadores de instituciones educativas, tres de los más destacados: San Juan Bosco, San Marcelino Champagnat y San Juan Bautista de la Salle.
Tradicionalmente, la Iglesia ha sido pionera en la enseñanza pública: las primeras universidades europeas surgieron de las escuelas catedralicias y de las escuelas monásticas, empezando por la Universidad de Constantinopla creada hacia el año 340, y luego siguieron la de Bolonia, la de Oxford, la de Salamanca, la de Paris, la de Cambridge, y en América la de Santo Domingo, la de Lima y la de México.
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Estos son 3 santos que, además de ser grandes intercesores de los maestros, profesores y educadores, han dejado un importante legado como promotores de la educación.
Su nombre era Juan Melchor Bosco Occhiena, pero la gente lo llamaba como Don Bosco. Hijo de campesinos; nació en Piamonte al norte de Italia el 16 de agosto de 1815. Quedó huérfano de muy joven y desde los 9 años comenzó a tener una visión muy clara de lo que deseaba ser y lo que quería para la sociedad, en especial para la juventud. Para poder pagar sus estudios secundarios tuvo que trabajar a partir de 1831 y aprendió varios oficios que le serían útiles en su posterior vida como maestro.
De joven fundo un movimiento juvenil llamado “La Sociedad de la Alegría” y se convirtió en profesor de teatro, música y prestidigitación.
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Queriendo se sacerdote ingresó con los franciscanos en 1834 pero descubrió que ese no era su camino de modo que ingresó al Seminario Diocesano en Chieri en 1835, cuando tenía 20 años de edad. Luego, el 5 de junio de 1841, se convirtió en sacerdote, a los 26 años, pero su camino iba a ser mucho más amplio pues le esperaba un futuro prometedor como educador y escritor, cuando se convirtió en el fundador de la Congregación Salesiana, además, creó el Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, la Asociación de Salesianos Cooperadores, el Boletín Salesiano y el Oratorio Salesiano.
Don Bosco diseñó un moderno sistema pedagógico conocido como Sistema Preventivo para la formación de los niños y jóvenes principalmente entre los más necesitados; promovió el uso de la imprenta para promover sus ideas y la doctrina. Sus obras sociales fueron solicitadas en países como España, Francia, Inglaterra, Polonia y varios países de América. Fue un visionario.
San Juan Bosco fue cercano al Papa Pío IX quien apoyó su apostolado y logró mantener la unidad de la Iglesia durante la consolidación del Estado Italiano, en medio de las rivalidades que se dieron entre el Gobierno y el Papa, lo que derivó en la pérdida de los Estados Pontificios a favor del Reino de Italia.
Fue en Turín donde Juan Bosco se empezó a preocuparse por la realidad de muchos niños y jóvenes pues según datos de la época, en esta ciudad había más de 7 mil niños que eran empleados como albañiles, carpinteros y en otros oficios que eran consecuencia de la revolución industrial. Por otra parte, las cárceles estaban llenas de jóvenes.
Don Bosco empezó a dar clases y atención personalizada a un muchacho pobre de 16 años llamado Bartolomé Garelli y con tal éxito que en menos de un año ya tenía 80 alumnos. Este fue el inicio del oratorio de Don Bosco que de momento no contaba con el respaldo de nadie. Tenía por modelo de santidad a San Francisco de Sales.
En mayo de 1845 ya tenía 400 alumnos a quienes daba clase en predios del cementerio abandonado de la Iglesia de San Pedro. El Rey Carlos Alberto de Piamonte-Cedeña fue una de las primeras autoridades civiles favorables a la obra de Don Bosco y evitó que el Conde de Cavour prohibiera el Oratorio, al que veía como sospechoso de actividad revolucionaria.
El trabajo intenso deterioró la salud de Don Bosco por lo que tuvo que tomar un período de descanso. Luego regresó a Turín el 3 de noviembre de 1846.
La idea de crear los talleres dentro del Oratorio nació de la necesidad de sacar a los muchachos de los pesados trabajos en las fábricas. A partir de 1853 comenzó la construcción de talleres de calzado, sastrería, carpintería, imprenta y metalistería. Gracias a esto, 300 muchachos dejaron de trabajar en las fábricas. Para 1869 ya tenía 375 internos y para 1854 ya había más de 800 muchachos que habían pasado por el internado.
Juan Bosco fue canonizado por el Papa Pío XI el 1 de abril de 1934, a tan sólo 46 años después de su muerte que tuvo lugar en 1888 y le fue dado el título de “Padre, Maestro y Amigo de los Jóvenes” por el Papa Juan Pablo II. La obra salesiana tiene presencia en 139 naciones y es considerado como santo patrono de la juventud.
Otra organización de gran trascendencia fue la Congregación de los Hermanos Maristas fundada por San Marcelino Champagnat, que tuvo lugar en La Valla, Francia.
Corría el año de 1817. El ambiente que prevalecía en Europa era poco propicio para fundar una Congregación religiosa a causa de las luchas originadas por la Revolución Francesa y por las guerras napoleónicas, sin embargo, Marcelino Champagnat advirtió que el descuido educativo era evidente, el número de maestros escaso, y todo esto fue una motivación para emprender esta fundación, con el deseo de dar formación integral a los alumnos, promover los buenos hábitos y crear virtuosos ciudadanos. Desde el inicio, su obra la encomendó a la Virgen María y por ello recibieron el nombre de Hermanos Maristas.
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Cuando falleció Marcelino Champagnat, el 6 de junio de 1840, había en la Congregación 280 Hermanos Maristas que impartían educación a 7000 alumnos en 48 planteles.
Los tres primeros Hermanos Maristas que llegaron a México abrieron un primer plantel en Guadalajara, Jalisco, en julio de 1899 y ellos fueron: Pedro Damián que llegó como Director, y los Hermanos Filogonio y Anselmo. En diciembre de ese mismo año otros tres Hermanos Maristas más se embarcaron hacia México.
Posteriormente se pensó en una nueva sede: Yucatán, a donde fueron destinados otros 5 profesores provenientes de Barcelona, y de allí, con rapidez se extendieron por todo el territorio de modo que para 1902 había 74 Hermanos en todo el país provenientes de Francia y de España.
El 30 de marzo de 1903, revistieron el hábito de la Congregación los primeros novicios de los Hermanos Maristas completamente mexicanos. La apertura de escuelas continuó no obstante, durante la Revolución Mexicana y la Guerra Cristera enfrentaron problemas.
San Marcelino Champagnat fue beatificado el 29 de mayo de 1955 por el Papa Pío XII, y fue canonizado por San Juan Pablo II el 18 de abril de 1999, en la Plaza de san Pedro, en Roma
Otro titán de la enseñanza fue san Juan Bautista de la Salle, fundador de la comunidad Lasallista especializada en la educación de la infancia y la juventud.
San Juan Bautista de la Salle nació el 30 de abril de 1651 en Reims, Francia y falleció el 7 de abril de 1719. Su canonización tuvo lugar en mayo del año 1900 y el 15 de mayo de 1950 fue declarado santo patrono de los educadores de la infancia y de la juventud por el Santo Padre Pío XII.
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