Este sacerdote estuvo a punto de ser asesinado; hoy es pieza clave de la ayuda en Acapulco
Luego de sufrir un atentado directo, el Sacerdote Filiberto participa en la coordinación para entregar la ayuda a los damnificados de Acapulco
El sacerdote Filiberto Velázquez sobrevivió a un atentado y ahora ayuda a los damnificados por el huracán Otis que devastó el puerto de Acapulco.
Una semana antes de que el huracán Otis devastara Acapulco, el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio fue víctima de un atentado del que salió vivo “milagrosamente”, pero que lo confinó a un autoaislamiento del que salió una vez que vio los estragos ocasionado por el fenómeno meteorológico para ayudar a los damnificados.
A siete días de que el huracán dejó miles de damnificados en Acapulco, el padre Fili, como se le conoce en la región, dejó de lado el miedo que le provocó el atentado contra su vida y se ha convertido en uno de los principales protagonistas para coordinar la entrega de la ayuda humanitaria que envía la Iglesia a través de las Cáritas diocesanas.
Así sobrevivió el sacerdote Filiberto de un atentado directo
La madrugada del 18 de octubre el sacerdote Filiberto Velázquez viajaba en su vehículo por la carretera Tixtla-Chilpancingo, en Guerrero, cuando dos personas a bordo de una motocicleta se le acercaron y le dispararon, lo que hizo que se detuviera.
“A dos kilómetros sobre la carretera de Chilpancingo escucho un disparo en la parte de atrás, siento cómo se poncha la llanta, tengo que parar, no podía avanzar, inmediatamente, a unos segundos, me intercepta esta motocicleta con dos personas, el copiloto apunta directamente hacía mí enfrente del vehículo.
“Escucho un disparo y siento los vidrios sobre mi mano derecha, y escucho que la moto arranca, toma su camino, yo sigo agachado, me reincorporo poco a poco para ver si me habían herido, afortunadamente no tuve ninguna lesión“, recordó el sacerdote.
Sale del aislamiento para cumplir la voluntad de Dios
Después de que sufriera el atentado, el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio decidió aislarse y resguardarse del mundo ante el temor que sintió, pese que se le asignó un equipo de seguridad para su protección.
Sin embargo, su encierro solo duró una semana debido a que se percató de la gran devastación que provocó el huracán Otis en el Puerto de Acapulco y vio el gran sufrimiento que vivían las personas debido a que perdieron prácticamente todo lo que poseían.
En entrevista con Desde la fe, el sacerdote señaló que luego del atentado contra su vida sintió como “que Dios no me dejó lamentarme mucho” y comparó su situación con la que vivió el profeta Elías, cuando “se fue a la cueva a lamentarse y Dios le dice cíñete, regresa a tu pueblo y no estés de cobarde, ve y predica”.
“Entonces, con el atentado, yo estuve así, yo me aislé mucho, me resguardé, no salía, incluso llegó la protección; yo no sabía qué hacer y esto (el paso del huracán Otis) me hizo salir, mantener mi mente ocupada, seguir dando un testimonio y, como ya lo dije, no me quiero ir, pese a que la sugerencia es que me mueve de aquí”, subrayó el sacerdote que ahora ayuda a los damnificados.
“Dios me quiere seguir utilizando para realizar su obra”: Padre Fili
Al referirse a la labor que está realizando para apoyar en la coordinación de la entrega de la ayuda humanitaria que envía la iglesia a través de Cáritas Mexicana y de las Cáritas diocesanas, subrayó:
Yo creo que la realidad es esta, aquí se necesitan manos, se necesita mucho trabajo y para mí es un mensaje, un mensaje de que Dios me quiere seguir utilizando para su obra, para su reino y eso es la evidencia de la fe”.
Durante la charla con Desde la fe, el sacerdote Filiberto Velázquez Florencio aseguró que el atentado contra su vida no lo detendrá en la tarea que Dios le encomendó, porque “a pesar del dolor y el sufrimiento que he experimentado mi compromiso de ayudar a quienes más lo necesitan se ha fortalecido”.
El amor y la solidaridad son más poderosos que cualquier acto de violencia y seguiré trabajando para hacer del mundo un lugar mejor para todos, donde se construya el reino de Dios”, concluyó el padre.
¿Cómo ayuda el sacerdote Filiberto a los damnificados de Acapulco?
El sacerdote Filiberto Velázquez, como director de la Pastoral Social de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, se ha encargado de coordinar, junto con Cáritas Mexicana, el envío y recepción de la ayuda humanitaria que se está enviando desde las diferentes Diócesis del país para apoyar a la Diócesis de Acapulco.
Todas las donaciones que los fieles y el pueblo en general llevan a sus parroquias se reciben en la Casa del Peregrino de Chilpancingo en donde se organizan y preparan para enviarlas a Acapulco.
Explicó que todos los días la ayuda se distribuye en varios vehículos y salen desde Chilpancingo custodiados por elementos de seguridad, “ya sea Guardia Nacional o ya sea protección Federal”, siguiendo un itinerario y una ruta segura.
De esta manera, diariamente el sacerdote viaja desde Chilpancingo a Acapulco para entregar las donaciones que han realizado para ayudar a los damnificados por el huracán en Acapulco y que se concentran en la Parroquia de Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la colonia Costa Azul, y en la nueva Catedral de Acapulco.