Papa Francisco: Jesús nos traza un camino al Cielo, ¿cómo es?
Hay un lugar reservado para cada uno en el Cielo, no perdamos el rumbo, pidió.
Jesús nos reservó un lugar en el Cielo, dijo el Papa Francisco este V Domingo de Pascua previo al rezo del Regina Coeli desde la Biblioteca del Palacio Apostólico en el Vaticano. No perdamos ese camino que ha trazado para cada uno, explicó.
“Él tomó consigo la humanidad para conducirla al Cielo, para que estemos donde Él esté. Es la certeza que nos consuela, dijo el Papa, hay un lugar reservado para todos”.
Por ello no hay que perdernos en ese camino, explicó, “hay que seguir el camino que nos traza Jesús, hay que tener una relación viva con Él, imitarlo en el amor, seguir sus pasos, es el camino del amor humilde, de la oración, de la mansedumbre, de la confianza, señaló el Pontífice. Como cristianos tenemos la opción de seguir ese camino, o escoger los caminos que no conducen al Cielo: los caminos del poder, los caminos de la mundanidad, los caminos de la autoafirmación”.
No se turbe tu corazón
La lectura del Evangelio de este domingo marca el momento de la Última Cena en que Jesús pide a sus discípulos, ‘no se turbe su corazón, crean en Dios, crean también en mí’
El Papa Francisco explicó que en este pasaje del Evangelio según san Juan, Jesús nos muestra dos remedios para la ansiedad, para el malestar que turba el corazón de la humanidad.
El primero es el que Jesús nos pide, “crean también en mí”, dijo el Papa. Jesús sabe que en la vida, la peor ansiedad, el peor malestar, proviene de la “sensación de no poder afrontar los problemas, de sentirse solos y sin puntos de referencia frente a lo que sucede. Esta ansiedad, en la que la dificultad se suma a la dificultad, no puede ser superada solos”.
Jesús nos pide que tengamos fe en Él, que no nos apoyemos en nosotros mismos, sino en Él. Porque sólo confiándonos a Él podremos liberarnos de la angustia. Y, como dijo el Santo Padre, Jesús ha resucitado y está vivo precisamente para estar siempre a nuestro lado. Entonces podremos decirle: “Jesús, creo que has resucitado y que estás a mi lado. Creo que me escuchas. Te traigo lo que me molesta, mis problemas: tengo fe en ti y me encomiendo a ti”.
El segundo remedio que nos da el Señor para combatir el malestar es el hecho de que Jesús nos reservó un lugar en la Casa del Padre. Tomó consigo la humanidad para conducirla al Cielo, para que estemos “donde Él esté”. Es la certeza que nos consuela, dijo el Papa, hay un lugar reservado para todos.
“No vivimos sin rumbo ni destino. Se nos espera, somos valiosos”, agregó.
Para llegar al Cielo no olvidemos seguir el camino de Jesús, que es el opuesto al del propio protagonismo. Es seguir adelante cada día diciendo: “Jesús, ¿qué piensas de mi elección? ¿Qué harías en esta situación, con esta gente?”, dijo el Santo Padre.
“Que Nuestra Señora, Reina del Cielo, nos ayude a seguir a Jesús, que nos abrió el Cielo”.
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