La peregrinación de la Arquidiócesis estará dedicada a los jóvenes
La Peregrinación de la Arquidiócesis de México, dedicada este año a la juventud, será encabezada por el Cardenal Aguiar.
El próximo sábado 12 de enero se realizará la XXIV Peregrinación de la Arquidiócesis de México a la Basílica de Guadalupe, misma que partirá a las 9:00 horas de la ex Glorieta de Peralvillo rumbo a la Villa, a fin de poner los nuevos proyectos pastorales arquidiocesanos en manos de la Guadalupana, y pedirle en esta ocasión su intercesión por los jóvenes de la Ciudad de México.
Sobre la importancia de esta peregrinación, habla para Desde la fe el padreHéctor Peña García, encargado de la Comisión Arquidiocesana de Eventos Masivos, quien comenta que esta actividad anual es una tradición muy antigua que de manera ininterrumpida se ha llevado a cabo durante los últimos 23 años, y se calcula que en esta ocasión participarán unas 20,000 personas.
Será presidida por el Arzobispo Primado Carlos Aguiar, quien será acompañado por seminaristas, obispos auxiliares, vicarios episcopales, sacerdotes y fieles laicos de la Ciudad de México organizados por vicarías, a quienes se les pide portar una prenda de vestir del color que identifica a su zona pastoral.
Petición especial
Esta peregrinación abre paso a las demás peregrinaciones diocesanas que se realizan durante el año, y su importancia es encargar a la Virgen los proyectos en unidad. “Esta vez está dedicada a los jóvenes, por lo que iremos pidiendo por las familias, que es el lugar donde ellos se desarrollan y donde surgen las vocaciones sacerdotales; definitivamente, ellos son la alegría de nuestra Iglesia, por lo que es necesario darles impulso y apoyo”, explicó el padre Peña.
Para la XXIV Peregrinación de la Arquidiócesis se eligió este tema debido a que en octubre pasado se llevó a cabo en Roma el Sínodo de Obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, y la idea es que las reflexiones que surgieron de este acontecimiento se trabajen en las diferentes diócesis, a fin de que puedan dar un fruto bueno y maduro para el quehacer pastoral.
“Estoy convencido de que los jóvenes son el motor de nuestra Iglesia, y es principalmente a ellos a quienes les gusta participar de estas actividades, como una expresión creativa de su fe, de su inquieto entusiasmo que frecuentemente se encamina hacia María”.
Los asistentes “sienten su acompañamiento y su amor de Madre. Si hay bardas pintadas con el rostro de la Virgen de Guadalupe y otras expresiones artísticas, son ellos quienes las realizan, son ellos quienes viven más alegremente ese fervor mariano”, comentó.
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