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Diálogo entre obispos y criminales detiene “huracán de violencia” en Guerrero

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco son verdaderos pontífices al mediar por la paz entre grupos criminales de Guerrero.

POR  Jorge Reyes
23 febrero, 2024
Diálogo entre obispos y criminales detiene “huracán de violencia” en Guerrero
Los 4 obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco mediaron por la paz entre grupos criminales de Guerrero. Foto Especial.

“Somos puentes” -ha dicho el padre Filiberto Vázquez Florencio– refiriéndose a la labor de diálogo que iniciaron los obispos de Guerrero hace más de un mes, luego de que dos grupos criminales, los Tlacos y la Familia Michoacana, concretaran un acuerdo de paz en la región norte del estado.

El director de Pastoral Social de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, aseguró que desde enero la Iglesia, a través de los obispos de cuatro diócesis de la entidad, inició los trabajos para motivar el diálogo entre los grupos criminales y tendiendo los puentes necesarios para que los líderes concretaran los acuerdos de paz alcanzados tanto en la zona centro como en la norte.

En entrevista con Desde la fe, el padre Filiberto comentó que gracias a esa a la labor realizada en conjunto por todos quienes forman parte de la Iglesia en Guerrero se concretaron dos acuerdos de pacificación, uno la semana pasada en la capital, Chilpancingo, y el otro en la zona de Tierra Caliente, hace dos días, luego de la masacre en San Miguel Totolapan.

Obispos ponen su grano de arena para logra la paz

La palabra pontífice se deriva del latín, y se utilizaba inicialmente en la antigua Roma para definir a quienes tenían el oficio de construir puentes. Así, los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco han sido verdaderos pontífices al mediar entre los grupos criminales, quienes esta semana llegaron a un acuerdo de paz en la región norte del estado de Guerrero.

En este tenor, el padre Velázquez Florencio, también director del Centro de Derechos de las Víctimas de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, precisó que si bien, en las negociaciones de esta semana no hubo participación de la iglesia, sí ha sido un factor fundamental para que se concretara ese alto al fuego.

La Iglesia ha estado presente con los dos grupos motivándolos y aparte de estar motivándolos al diálogo, pidiéndoles que le bajen a la extorsión, al cobro de piso, a afectar a terceros. Esa motivación ellos ya la tenían y el que hayan decidido antier solos estos acuerdos, eso es una gran noticia”, señaló el sacerdote.

La Iglesia en Guerrero fundamental para el desarme del conflicto

El Padre Fili, como se le conoce en la región, dijo que independientemente de que ningún miembro de la Iglesia estuvo como testigo de la llamada que se dio entre los líderes de los grupos criminales de los Tlacos y la Familia Michoacana y que derivó en el acuerdo de paz, la labor de los obispos fue fundamental para concretar el alto al fuego.

La Iglesia puso su grano de arena en la interlocución que tuvo con estas personas hace un mes. Había un acompañamiento a todo este conflicto por parte de los obispos, del centro Minerva Bello, de su servidor, de los sacerdotes que atienden estos pueblos que han sido afectados por la violencia, y todo eso ha permitido que se llegue ahora a esta resolución del desarme del conflicto”, indicó.

Enfrentamos un huracán de violencia en Guerrero, ahora hay que reconstruir

¿Padre, qué sería lo que esperaría la Iglesia después de este de esta negociación?

  1. “Esperaríamos primero que sigan apostando los grupos por el diálogo antes que por la confrontación y para eso nosotros nos vamos a ofrecer para ser canales donde ellos puedan tener una comunicación sin llegar al conflicto. Lo que podamos hacer nosotros para que se prevenga el conflicto lo vamos a hacer, esperamos la voluntad de los dos grupos para cumplir su compromiso.
  2. “Segundo, que el Estado pueda reacondicionar todos los daños que se generaron en esta guerra cruenta donde se destruyeron escuelas, donde se efectuaron homicidios, donde hubo afectaciones en las vías de comunicación, aproximadamente 10 escuelas están afectadas en estos poblados y habría que reconstruir todo esto con programas sociales, reactivación económica lo mismo que pasó en Otis que fue un huracán natural, este es un huracán de violencia y hay que igual reconstruir.
  3. “Tercero, un llamamiento a la sociedad. Si decimos que los malos, que son estas personas, que podemos catalogarnos en esa categoría o así se catalogan, se pudieron poner de acuerdo, como sociedad, como partidos políticos, como candidatos, pueden imitar el ejemplo que han puesto quienes están al margen de la ley y pueden dejar de polarizar el país”, puntualizó.

Fue positiva la acción de los obispos con los delincuentes para lograr la paz

Padre, en un balance general, ¿considera que fue positiva la intervención de la Iglesia para lograr la paz?

– Sí. Y algo importante es que fue una intervención ante una emergencia. Aunque no sea el camino más deseado, fue el más necesario y vamos a seguir con la construcción de paz a partir de la Agenda Nacional de Paz, de los conversatorios de paz y queriendo aplicar las 14 propuestas que la Agenda Nacional de Paz tiene para un construir una paz sostenible

¿Seguirá la Iglesia atendiendo puentes entonces?

– Así es.

El límite de la Iglesia es tender puentes de diálogo para la paz

Al referirse a las críticas que recibieron los los obispos de las diócesis de Acapulco, Chilpancingo-Chilapa, Ciudad Altamirano y Tlapa que establecieron contacto con los líderes de los grupos criminales para alcanzar la paz en Guerrero, el padre Velázquez Florencio indicó que quienes las realizaron no tenían idea de la labor que realizaron y los alcances que tenía.

En este sentido señaló que los obispos anunciaron que habían sostenido un diálogo inicial con los grupos criminales a fin de alcanzar la paz en el estado, pero nunca se anunció un éxito, “se había comunicado que habían iniciado unas conversaciones, pero no que habían llegado a su fin”.

“Al final nosotros tenemos un límite y ese límite es simplemente crear los puentes y ya quien los decidan cruzar, como los quieran cruzar, pues ya no depende de nosotros. Entonces esa situación fue la que ya tuvo un éxito porque había una confrontación de varios meses. Siempre prevaleció el diálogo, entonces un fracaso no hubo, simplemente era cuestión de paciencia”, puntualizó.

Con información de Roberto Alcántara



Autor

Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM, con una trayectoria de casi 30 años como periodista, en Reforma, El Centro y Notimex, y funcionario de comunicación social en dependencias de gobierno y legislativas. Actualmente trabaja como periodista especializado en temas de religión.