La niñez en México necesita un regreso a clases seguro. Foto: Unicef.
La Iglesia en México emitió este lunes una serie de recomendaciones para el regreso a clases, el cual está programado para el 30 de agosto, de acuerdo con las autoridades educativas, quienes han señalado que no será obligatorio ya que dependerá de cada plantel, así como de cada familia decidir si volverán a clases presenciales.
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En un mensaje dirigido a padres y madres de familia, docentes y autoridades, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) advirtió que frente al próximo ciclo escolar 2021-2022 la sociedad mexicana enfrentará múltiples desafíos, en un tiempo en que la pandemia de Covid-19 aún no ha terminado. Y dieron a conocer 7 puntos para la reflexión y la unión en torno a la educación. Piden:
Los Obispos llaman a todos los miembros de la comunidad escolar, así como de la sociedad en general, a garantizar el adecuado regreso presencial en las escuelas.
“El lavado de manos, la sana distancia, el uso correcto de cubre bocas, evitar lugares cerrados con espacios concurridos, son medidas que salvan vidas. La organización, el diálogo sereno y propositivo, así como la generosidad de todos con todos, serán el mejor remedio frente a esta difícil situación”.
“Por supuesto, y en consonancia con lo expuesto por el Papa Francisco, insistimos en que vacunarse es un acto de amor y cuidado hacia uno mismo y hacia los otros”.
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En el mensaje firmado por Mons. Rogelio Cabrera, presidente de la CEM; Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, secretario general, así como por Mons. Enrique Díaz Díaz, Responsable de la Dimensión de Educación y Cultura de la CEM, y Mons. Faustino Armendáriz Jiménez, Presidente de la Comisión de Pastoral Profética, se llama a priorizar la caridad la fraternidad y la buena voluntad.
“Tenemos que ver al tiempo como un aliado. Día a día, mediante el diálogo, la buena voluntad y el trabajo, somos capaces de modificar las realidades sociales por muy complejas que éstas sean”.
La CEM llama a la sociedad en general a participar en la mejora de la educación. “En estos momentos, todas las instituciones están rebasadas”, señalan.
“Por ello, es tiempo de hacer emerger la amistad social (…) No esperemos pues, a que otros nos resuelvan los problemas, sino que busquemos ser buenos samaritanos, capaces de ayudar y servir.
Los obispos recordaron que “nadie está obligado a lo imposible”, por lo que, “si no es posible tener un regreso presencial seguro, centremos nuestras prioridades en articular solidaridades para hacerlo a su tiempo, de acuerdo a las propias circunstancias y posibilidades”.
En un llamado a la sociedad en general, la CEM recordó que es urgente atender a niños, niñas, adolescentes y jóvenes de manera integral.
“Es muy importante ayudarles a recuperar sus espacios educativos, en donde puedan convivir seguros, aprendiendo a vivir estos nuevos tiempos a conciencia”.
“Ningún niño debe continuar aislado o descuidado en su educación. Debemos salir, todos, a buscar a aquellos que ya han desertado de sus estudios. También es urgente velar por el cuidado, la capacitación y atención de nuestros maestros y padres de familia”.
La CEM llama a la sociedad en general a hacer un verdadero Pacto Educativo local, como nos lo pide el Papa Francisco, que se construya a través de obras y no de palabras o discursos.
A la autoridad civil le corresponde proveer de políticas públicas, recursos y gestiones competentes para la correcta respuesta frente a este momento histórico, aseguraron los obispos.
“Exhortamos a todas las instituciones educativas, públicas y privadas, a todas las escuelas particulares fundadas y administradas por comunidades religiosas o diocesanas, a mirar con generosidad y confianza el futuro”.
Por último, los obispos llamaron a la prudencia en el regreso a clases presenciales y fortalecer la escuela doméstica.
“Reconocemos el gran esfuerzo que muchos padres y madres de familia, directivos, maestros y alumnos, han hecho por la educación formal y no formal, en estos tiempos de complejidad. Recordemos que la educación debe fortalecerse en todos los ambientes, no sólo en el escolar”.
Asimismo llamaron a los padres y madres de familia, abuelos y cuidadores, a desarrollar condiciones de confianza, prudencia, de paz y verdadero desarrollo humano. “La paciencia todo lo alcanza”.
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