El Papa Francisco realiza esta semana su 34 Viaje Apostólico, en el cual pasó siete horas en Hungría y cuatro días en Eslovaquia, naciones de Europa.
Este es el primer viaje que realiza el Santo Padre después de la operación quirúrgica a la que fue sometido y tiene una agenda de trabajo apretada que pone a prueba su recuperación. Con esta visita, en total en su Pontificado ha visitado 54 países.
Pero la visita a ambas naciones no es a la ligera, en las dos hay aspectos que interesan al Pontificado del Papa Francisco.
En Hungría, donde estuvo solo unas horas del 12 de septiembre, el número de fieles se estima en casi 6 mil, que son atendidos en unas 2 mil parroquias, de acuerdo con datos dados a conocer por el Vaticano.
En Budapest, la capital de Hungría, clausuró el Congreso Eucarístico Internacional.
Ahí en la la Plaza de los Héroes -el centro simbólico del país- y acompañado por más de cien mil fieles, el Santo Padre habló sobre el camino cristiano y lo que implica. Aseguró que “no es una búsqueda del éxito, sino que comienza con un paso hacia atrás, con un descentramiento liberador, con el quitarse uno del centro de la vida”.
Además, en un encuentro que tuvo con líderes cristianos y judíos en Budapest, el Papa Francisco advirtió de los brotes de odio contra los migrantes y antisemitismo que surgen en Europa y con los cuales pidió acabar.
Pidió a los representantes de las religiones que se unan para ser ejemplo y para que nadie “pueda decir que de los labios de los hombres de Dios salen palabras de división, sino sólo mensajes de apertura y de paz”.
Asimismo, se reunió en una esperada visita con el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, conocido por sus posiciones contra los migrantes, lo que contrasta con el Papa Francisco.
De acuerdo con el Vaticano, hablaron del papel de la Iglesia en el país y el cuidado del ambiente
En Eslovaquia el Papa Francisco pasa cuatro días. En esta nación los católicos suman casi 4 mil para unas mil 500 parroquias, de acuerdo con la Santa Sede.
Su primera visita fue a la ciudad de Bratislava, la capital del país, y posteriormente comenzó su recorrido de tres ciudades: Košice, Prešov y Šaštin
La Santa Sede ha dicho que este será un viaje con gran peso espiritual. San Juan Pablo II ya había visitado ambos países.
Las intenciones del Papa Francisco en Eslovaquia de acuerdo a lo que ha declarado son:
La intención del Papa Francisco es la cercanía con los fieles católicos eslovacos, particularmente con los jóvenes con quienes tuvo un encuentro masivo este 14 de septiembre.
En conferencia de prensa, el Papa Francisco había dicho que, hay “una invocación orante a la Virgen de los Dolores que, en este siglo, no ha dejado de velar por las tierras eslavas heridas por el totalitarismo.”
Eslovaquia es un país con un territorio pequeño que se creó con la disolución de Checoslovaquia, de donde salió también la República Checa. En 1993, Eslovaquia se separó de forma pacífica de esta última nación.
De acuerdo con Martin Kramara, portavoz de la Conferencia Episcopal Eslovaca, en entrevista con Vatican News, uno de los grandes desafíos que tiene que afrontar el país tras la caída del comunismo, es la secularización.
“El período de persecuciones, sufrido durante cuarenta años de comunismo, en el que la Iglesia estuvo sometida a una gran presión, ya es lejano. Para nosotros fue un momento muy difícil, pero al mismo tiempo la gente sintió una fuerte necesidad de permanecer fiel al Evangelio y al Santo Padre, de combatir por su fe”.
“Hoy que, paradójicamente, por fin hay libertad y nos estamos enriqueciendo desde el punto de vista material, en cierto sentido es más difícil explicar a los jóvenes por qué es importante mantener nuestras raíces, mantener nuestra fe, vivir según la fe, sin correr sólo detrás de las cosas materiales y, por tanto, no tener el consumismo como prioridad”.
Por ello, el sacerdote considera que la visita del Papa servirá para alentar la fe de la población, particularmente de los jóvenes.
Cerca de la catedral de San Martín en Bratislava se encuentra la plaza Rybné, un importante punto de referencia para la comunidad judía. Hace apenas tres meses, el Ayuntamiento de Bratislava designó este espacio cercano como “Pasaje de la Memoria” pues antes ahí existía una sinagoga.
Además en 1996, se erigió ahí el Monumento al Holocausto para conmemorar a los 5 mil judíos eslovacos que perecieron durante la guerra.
Ese fue el punto donde el Papa Francisco se reunió con la comunidad judía en esta visita apostólica. A ellos les dio un mensaje de unión: Judíos y católicos debemos permanecer unidos en la defensa del nombre de Dios, que jamás sea usado para justificar ningún tipo de violencia, les pidió.
“Estamos unidos en la condena de toda violencia, de toda forma de antisemitismo, y en el esfuerzo para que la imagen de Dios en la persona humana no sea profanada”, les dijo.
Una de las personas que participó en la reunión fue la teóloga cristiana eslovaca, Lucia Hidveghyova, que también es la editora de un libro sobre las relaciones judeo-católicas titulado “De Seelisberg a Jerusalén y Roma”.
En declaraciones a Vatican News habló sobre el significado de la visita
“Siento la presencia personal del Papa y su interés; esta fue su iniciativa. El encuentro no fue iniciado por la comunidad judía. Así que creo que es una clara señal de su genuino interés”
“Espero que traiga más interés, más reflexión”, añadió, “sobre la naturaleza de las relaciones judeo-cristianas de ambas partes, porque creo que no apreciamos del todo lo cercana que es la religión judía para los católicos o para los cristianos”.
Los medios de comunicación también han dado cabida a los análisis políticos de la visita del Papa a Eslovaquia.
De acuerdo con El País fue la presidenta eslovaca, Zuzana Caputova, reconocida por ser una defensora de los derechos humanos, pro migrantes y ambientalista, la persona que convenció al Papa de visitar su país durante cuatro días, los que contrastan con las siete horas que el Pontífice pasó en Hungría, dirigida por Viktor Orbán, de política ultranacionalista.
Caputova, quien recibió al Papa Francisco a su llegada a Bratislava “posee una gran influencia social y política en la zona de Europa central y del este”, señala El País.
“En el Vaticano se ve como el reverso de la venenosa política ultranacionalista de Orbán y un valor en alza que conviene apoyar en la agenda geopolítica de la Santa Sede. Su visión de Europa, de los derechos humanos y de la acogida a migrantes se encuentran en plena sintonía con el ideario de Francisco, tal y como el domingo volvió a mostrar durante su discurso ante el Papa. Muchos se preguntaban por el motivo del viaje a Eslovaquia. Ella, en parte, es la respuesta”, agrega.
Con información de Carlos Villa Roiz
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