Notre Dame: ¿qué se salvó y qué no del incendio?

A pesar de los daños que dejó el incendio en la Catedral de Notre Dame, en París, muchas obras de arte y reliquias sagradas pudieron ser rescatadas gracias a una cadena humana compuesta por miembros de la Diócesis de París, bomberos, agentes de seguridad y técnicos del Ministerio de Cultura francés.

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De acuerdo con autoridades parisinas, las tres reliquias de la Pasión de Cristo que son resguardadas en Notre Dame —la Corona de espinas, un fragmento de la Cruz del Calvario y uno de los clavos— se encuentran a salvo.

En tanto, el Santísimo Sacramento fue rescatado por el padre Jean-Marc Fournier, capellán del Departamento de Bomberos, quien ingresó al templo, mientras éste se incendiaba, para asegurarse de que el Santísimo y las reliquias estuvieran a salvo.

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También se encuentra a salvo la túnica de San Luis, manto que, de acuerdo con la tradición, perteneció al rey Luis IX, último monarca europeo que se embarcó en una cruzada para recuperar Jerusalén.

De acuerdo con el portavoz de bomberos de París, Gabriel Plus, se salvaron la fachada y los llamados beffrois, las dos torres principales del edificio que albergan las campanas.

Además, se rescataron 16 estatuas de cobre que pertenecen a la zona de la aguja central. Si bien la aguja se desplomó a consecuencia de las llamas, las estatuas, que representan a los doce apóstoles y a los cuatro evangelistas, escaparon del fuego debido a que habían sido desmontadas para su restauración el pasado 11 de abril.

El altar de Notre Dame se encuentra prácticamente intacto, de acuerdo con una fotografía difundida en las redes sociales por el padre Pierre-Hervé Grosjean, de la Diócesis de Versalles.

A pesar de los daños del exterior, la estructura de Notre Dame quedó prácticamente intacta. Foto: Catholic Arena

Las obras rescatadas son resguardadas, por el momento, en el Ayuntamiento de París, y serán transportadas al Museo de Louvre.

¿Qué no se salvó del incendio?

La aguja central y el campanario situado en la parte posterior de la nave colapsaron por las llamas, al igual que el armazón del siglo XIII, conocido como “el bosque” por las toneladas de troncos de roble que sirvieron para construirlo.

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De acuerdo con el portavoz de la catedral, André Finot, algunos vitrales del siglo XIX sufrieron graves daños, pues el plomo que los sostiene se fundió por el calor. También uno de los órganos de Notre Dame, obra de Aristide Cavaillé-Coll, estaría dañado.

Con información de El País y Le Monde