Descubren nuevos asteroides; llevarán el nombre de un Papa y tres sacerdotes
La Unión Astronómica Internacional hace estas denominaciones como un homenaje y un reconocimiento a las aportaciones que los religiosos hicieron a la astronomía.
Como un homenaje y un reconocimiento a sus aportaciones a la astronomía, la Unión Astronómica Internacional anunció que a cuatro asteroides se les dieron los nombres del Papa Gregorio XIII, cuyo nombre antes de ser elegido Papa era Ugo Boncompagni, y de los sacerdotes Johann Hagen, Bill Stoeger y Robert Janusz, integrantes de la Compañía de Jesús, todos ellos asociados al Observatorio Vaticano.
De esta manera, los cuerpos celestes se llamarán de manera oficial 562971 Johannhagen, 551878 Stoeger, 565184 Janusz y 560974 Ugoboncompagni, este último en honor al Papa Gregorio XIII, que vivió en el siglo XVI, y a quien se debe la reforma del calendario, llamado posteriormente gregoriano, y el inicio de la tradición de los astrónomos y Observatorios papales.
Los astrónomos, cuyos nombres se les dieron a los otros tres asteroides, fueron los jesuitas Johann Hagen, que fue director del Observatorio Vaticano de 1906 a 1930, Bill Stoeger, cosmólogo y teólogo, y Robert Janusz, actualmente en la plantilla del Observatorio Vaticano.
Los nombres de los cuatro asteroides “famosos” fueron publicados por la Unión Astronómica Internacional en su último boletín, emitido el 7 de febrero pasado.
¿Cuántos asteroides llevan los nombres de jesuitas?
A la fecha son más de treinta asteroides los que llevan los nombres de religiosos jesuitas, entre ellos, el padre Christopher Clavius, a quien Gregorio XIII le encargó realizar el proyecto del calendario, y cuyo asteroide se llama 20237 Clavius.
De la misma manera destaca el del padre Giovanni Battista Riccioli (1598-1671), que desarrolló el sistema de nomenclatura lunar que se sigue utilizando actualmente y gracias al cual le debe su nombre el ahora famoso “Mar de la Tranquilidad”, donde aterrizó el Apolo 11 en 1969.
Debido a que los jesuitas han viajado mucho al paso de los siglos, algunos de estos asteroides representan distintas partes del mundo, como Filipinas (4866 Badillo), Paraguay (6438 Suárez), China (31124 Slavicek), la República Democrática del Congo (23443 Kikwaya) y Argentina (2490 Bussolini).
Otros cuerpos celestes fueron bautizados por astrónomos del Observatorio Vaticano, entre los que sobresalen 302849 Richardboyle, 119248 Corbally, 14429 Coyne, 4597 Consolmagno y 11266 Macke.
¿Cómo se denomina un cuerpo celeste?
El proceso para denominar un determinado asteroide o planeta menor, según la Unión Astronómica Internacional, lleva un proceso largo que, en algunos casos, puede durar décadas.
Así, cuando se descubre un nuevo planeta menor, se le da un nombre provisional basado en la fecha del descubrimiento. Una vez que se determina la órbita del objeto y se puede predecirse con fiabilidad en un futuro lejano, después de haber sido observado más de cuatro veces mientras se aproxima a la Tierra, se le asigna un número definitivo, emitido sucesivamente por el Centro de Planetas Menores de la UAI.
En ese momento se invita a su descubridor a sugerir un nombre, quien debe tomar en cuenta las siguientes directrices: no se permiten nombres de mascotas o de carácter comercial y los de personas o acontecimientos conocidos por razones políticas o militares no pueden utilizarse hasta 100 años después de la muerte de la persona o de la fecha del acontecimiento.
Finalmente, los nombres propuestos son juzgados por un panel de quince astrónomos profesionales de todo el mundo con intereses de investigación relacionados con los planetas menores y los cometas.
En lista cuatro monjas para nombrar nuevos asteroides
El director del Observatorio Vaticano, el sacerdote jesuita Guy Consolmagno, explicó a Vatican News que a menudo se identifican nuevos asteroides para los que se proponen nombres.
En cuanto a los nuevos nombres que se propondrán a la Unión Astronómica Internacional para los pequeños planetas detectados en el cosmos, el padre Consolmagno no piensa en los de otros pontífices, sino que en su mente están presentes los de cuatro religiosas.
“Si se encontraran cuatro nuevos asteroides, mi sueño sería dar los nombres de cuatro monjas que trabajaron con el Observatorio hace 100 años”, confiesa, “eso sería bonito para mí”. Entonces ‘la otra mitad del cielo’ también brillaría entre los nombres de muchos astrónomos y cosmólogos.”