La cantante Athenas nos cuenta cómo la llevó Dios hasta los Latin Grammy 2022

Después de una exitosa carrera como cantante en un grupo infantil y juvenil, que la llevó de gira por toda Argentina, Athenas rechazó una oferta que parecía ser una oportunidad irrepetible en su vida profesional: participar en una gran producción de teatro musical.

“Era una obra bastante importante en Argentina”, recuerda la cantante en entrevista exclusiva con Desde la fe.

Pero había un problema: “Tenía que actuar de un personaje donde no guardaba mi identidad cristiana. Sí, era actuación, pero yo sentía que debía haber una coherencia entre mi fe y mi carrera artística, entonces decidí renunciar”.

Fue una decisión valiente y un ejemplo de congruencia, pero desde el punto de vista profesional, fue una apuesta muy arriesgada.

“En aquel momento me quedé sin nada, porque no existía la música católica en mi vida todavía”, confiesa.

Entonces, Athenas no sabía que el Señor le tenía preparada una vida llena de sorpresas como cantante cristiana, que incluiría cientos de millones de reproducciones, giras por 20 países y una nominación al Latin Grammy 2022.

Entre la música y la fe

“La música estuvo presente en mi vida desde muy temprana edad, desde que tenía seis años mi papá me enseñó mi primera canción. Pero puedo decirte que desde que nací la música siempre estuvo ahí, porque es algo que a mi familia le gusta mucho. Mi mamá canta muy lindo, y a mi papá también le gusta”.

A los ocho años tomó sus primeras clases, y cuando cumplió 10 participó en un reality show de televisión llamado “Cantaniños”, y fue elegida para formar parte de un grupo musical, con el que viajó por Argentina y Uruguay.

“Hice giras y conciertos y tuve esa experiencia muy fuerte con la música, que me marcó. Ahí supe que quería que el canto siempre estuviera presente”.

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Athenas fue criada en una familia católica, que vivía la fe profundamente.

“Mi familia me transmitió una fe viva, una fe que no era solamente de Misa de domingo, sino que atravesaba toda la vida, con unos valores muy fuertes, muy lindos, muy importantes. Además, me transmitieron un Jesús vivo que me amaba, que estaba presente y que tenía un plan perfecto para mí”.

Pero conciliar ambas facetas de su vida se volvía cada vez más difícil. “Yo estaba en el ambiente secular y pensaba que tal vez el Señor me llamaba a dar testimonio en ese lugar, con mis valores y mi fe. Pero se estaba poniendo un poco complicado”.

“Como sabes, el medio artístico secular es muy complicado, porque justamente hay antivalores, todo lo contrario a lo que el Señor nos propone”.

Fue en ese tiempo que decidió rechazar la oferta de la obra musical y ponerse en las manos de Dios, sin tener un “plan b” hacia dónde dirigir su carrera.

Una canción para Jesús

Algunos años antes, Athenas había tenido un primer acercamiento con la música católica contemporánea y, entonces, pensó que era algo que podría intentar más tarde en su carrera, pero nunca imaginó que ahí encontraría su vocación.

Entonces, un productor católico llamado Jonathan Narváez llegó con una propuesta que Athenas no podía rechazar: “¿Te gustaría grabar una canción para Jesús?”.

“Grabamos un canto, algunos más y de repente se empezaron a viralizar de una manera muy muy grande, y me empezaron a invitar a cantar en otros países, en otras comunidades”.

Actualmente, sus canciones tienen más de 250 millones de reproducciones en Youtube, se ha presentado en más de 20 países y 150 ciudades de latinoamérica, Europa y Estados Unidos, incluidas las Jornadas Mundiales de la Juventud en Brasil y Panamá.

Hace unos días fue sorprendida con la noticia de que su último disco titulado Alfa y Omega -que produjo junto a su esposo, el también músico Tobías Buteler-, había sido nominado al Latin Grammy en la categoría de Mejor Álbum Cristiano en español.

“Hicimos este disco durante mi embarazo, muchas de las canciones las grabé embarazada y hemos lanzado el disco con nuestro hijo Elías recién nacido. Terminamos de grabar los últimos vídeos con Elías siendo bebito y siendo cuidado por nuestros papás, así que imagínate que fuerte y qué significativo ha sido para nosotros”.

Los planes de Dios

Nunca imaginó que el día en que renunció aquel musical que parecía una gran oportunidad en su carrera, Dios estaba actuando para guiarla por un nuevo camino.

“Es la primera vez que lo pienso -confiesa- y se me hace un nudo en la garganta (…) ¡Wow! Son los planes de Dios, realmente puedo experimentar Su fidelidad y Su Providencia de manera muy, muy grande. Si uno renuncia a algo por Él, Él nos da el ciento por uno”.

“Nunca lo imaginé de verdad, pero no solo en eso, sino en un montón de otras cosas. Cuando uno ofrece algo por Jesús, Él nos da ese ciento por uno y yo soy testigo grande de eso. Que todo sea para gloria de Dios y para dar muchos frutos”.