En Argentina, el abrazo entre un joven y un hombre en grave situación de vulnerabilidad se ha convertido en un símbolo de solidaridad y ayuda mutua. Fue el abrazo de un buen samaritano que le cambió la vida a un indigente.
Parte de la escena fue grabada desde una cafetería, sin que ninguno de sus protagonistas se diera cuenta. Se aprecia a dos hombres -uno de ellos en situación de calle- intercambiando algunas palabras y gestos.
En un momento se abrazan y, después, cada uno sigue su camino.
El diario argentino LA NACIÓN ubicó y entrevistó a Marcos, uno de los protagonistas del video, quien narró una historia que ha logrado conmover a miles de personas. Es el testimonio de un buen samaritano que busca tocar el corazón de muchos más:
“Yo caminaba por Callao y venía una persona inclinada llevando unas bolsas. Te das cuenta cuando a la persona la vida lo castiga. En general, yo soy de ayudar y me conmovió bastante verlo así.
Me dice: ‘Disculpas, señor’. Y yo le digo: ‘No me digas nada’. Le doy 500 pesos y me dice: ‘Es mucha plata’. ‘Aceptalo, andá y comé algo’, le digo. Hasta que en un momento me dijo ‘¿qué puedo hacer por vos, qué necesitas?’. ‘Que levantes la cabeza y que sigas caminando, luchándola como todos los argentinos’”.
‘Es que estoy muy cansado’ -respondió- y se larga a llorar. Se quiebra. Lo abrazo y me dice: ‘No me abrace, porque estoy sucio, tengo olor’, pero lo sigo abrazando de todas maneras.
Me pregunta: ‘¿Por qué lo hace?’, ‘Porque es un ser humano’, le digo y ahí se quiebra y llora desconsoladamente. Lo sigo abrazando hasta que se compone y no me acuerdo las palabras que le digo, pero es algo para que la siga peleando”.
Este bello encuentro hubiera pasado desapercibido de no ser porque, desde una cafetería cercana, una joven estaba grabando todo con su teléfono. Muy pronto, este video se hizo viral y no sólo despertó la admiración unánime por este bello gesto, sino que logró un encuentro inesperado.
La esposa de aquel hombre vio el video y contactó a Marcos para pedirle alguna pista sobre su paradero. Resulta que, tres meses atrás, luego de la muerte de su madre, Antonio -así se llama- salió de su casa para no volver sumido en una profunda depresión.
Ahora, después de una intensa búsqueda ha vuelto con su familia y ya recibe la atención psiquiátrica que necesita.
Marcos no se da mucho crédito en una historia que, reconoce, hubiera preferido que pasara desapercibida, hasta que una amiga le hizo ver que su testimonio podría ser positivo para mucha gente.
Por ello decidió dar algunas declaraciones para dejar un mensaje a todos los que vieron el video: “Un abrazo en los peores momentos siempre ayuda, es contención, es amor, es compañía”.
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