El futbol nos da una muestra más de que la práctica del deporte no está peleada con la fe a Dios y que el eterno agradecimiento a Él, por la vida que nos ha regalado, nunca debe faltar. Sin importar si eres el triunfador o el derrotado, una oración al concluir el encuentro es fundamental para dar gracias por el simple hecho de existir.
Un muestra clara de lo anterior ocurrió en el segundo partido de la final del futbol mexicano que se jugó el pasado domingo entre el Pachuca y el Toluca, en donde no faltaron algunos momentos emotivos que nos regalaron dos jugadores, y que nos siguen erizando la piel por la sinceridad con que se dieron, y de los cuales muchos aficionados fueron testigos.
Una vez concluida la final del futbol mexicano, en la que el Pachuca se proclamó campeón del Torneo de Apertura 2022, y mientras los jugadores del equipo de Hidalgo festejaban el triunfo, una cámara captó una imagen muy emotiva.
Te podría interesar: Oración y acción le salvan la vida a un aficionado en un partido de futbol
Luego de que el árbitro del encuentro diera por concluido el juego, de inmediato el portero del Toluca (del equipo derrotado), Tiago Volpi, fue alcanzado en la cancha por su familia, quienes de inmediato lo abrazaron. Luego de ese gesto de amor, el guardameta brasileño, en con compañía de su esposa, de su hija y de su hijo, se dirigieron hacia una de las porterías del estadio.
Al llegar a la línea de meta, la familia Volpi se arrodilló formando un círculo. De inmediato todos se tomaron de la mano, inclinaron su cabeza y, de esta manera, juntos oraron por cerca de un minuto. Al concluir, los cuatro se fundieron en un gran abrazo.
Al terminar de rezar, la familia embargada por la tristeza de la derrota, pero agradecida con Dios, se tomó de la mano y se alejó de la portería, no sin que antes el portero brasileño se despidiera de algunos aficionados que se encontraban en la grada.
Antes de eso, cuando se jugaba el minuto 20 del primer tiempo del encuentro, el también jugador del Toluca, Raúl “El Dedos” López, lanzó un fuerte disparo que terminó en el fondo de la red del Pachuca.
Luego de la anotación, el jugador del equipo mexiquense festejó de inmediato besando su muñeca izquierda, lanzándose al césped, arrodillándose, llevándose las manos al rostro, señalar al cielo, juntar sus manos en señal de plegaria y estallando en llanto.
Te podría interesar: Carlos Hermosillo: la fe en Dios y en el Cruz Azul
Este gesto y reacción “El Dedos” López se debió a que el jueves pasado, cuando se jugó el primer partido de la final, el jugador no estuvo presente debido a que asistió al funeral de su madre, la señora Patricia Gómez, quien había fallecido en la víspera.
Las lágrimas y la tristeza que embargaban al jugador eran visibles, pero ello no fue impedimento para claudicar y tomar el ánimo suficiente para seguir entregándose en el juego y honrar la memoria de su madre, que está seguro, desde el cielo lo mira.
Te podría interesar: Rosario en mano, el entrenador de Croacia sigue haciendo historia: «Dios está a diario en mi vida»
El feminismo, una corriente filosófica y social que busca la igualdad de derechos y oportunidades…
“Y recorrió toda la comarca del Jordán, predicando un bautismo de conversión para perdón de…
El 29 de diciembre iniciaremos el Año Jubilar 2025 en las diócesis del mundo, con…
Lo que empezó en los años 20 del siglo pasado como una causa homicida, al…
‘¡Viva Cristo Rey!’ Hagamos nuestra esta frase, no como grito de guerra, sino como expresión…
El Vaticano publicó la segunda edición del libro litúrgico que contiene las instrucciones relacionadas con…
Esta web usa cookies.