Las imágenes hiperrealistas de Jesús surgieron debido a que una de las grandes preguntas que se han planteado en la historia es saber cuál era el aspecto físico de Jesús y ahora gracias a los avances tecnológicos y científicos, y a partir de 3 figuras hiperrealistas podemos tener una idea de cómo era el Hijo de Dios en 3 etapas de su vida.
Teniendo como base los estudios que se le hicieron a la Sábana Santa con la que habría envuelto el cuerpo de Jesucristo luego de que se le bajara de la cruz y fuera colocado en el Sepulcro, en donde resucitó al tercer día, se realizaron 3 imágenes hiperreales.
Dichas esculturas nos muestran con gran realismos a Jesús vivo predicando, a Jesús crucificado y a Jesús muerto, en los dos últimos casos se nos permite apreciar en su cuerpo el cruel castigo al que fue sometido por los soldados romanos durante su camino al Monte Calvario y al momento de su crucifixión.
A partir de los trabajos realizados por los investigadores en torno a la Sábana Santa, se ha logrado confirmar que el sufrimiento que vivió Jesucristo durante su Pasión y Muerte es tal y como se narra en los Evangelios escritos por los apóstoles.
Así, esa reliquia que ha sido objeto de varios estudios al paso del tiempo ha permitido desvelar algunos datos concretos, entre ellos que se utilzó para cubrir a una persona de aproximadamente 33 años, 1.80 metros de altura, 80 kilogramos de peso y que falleció a consecuencia de asfixia por crucifixión.
Las 3 imágenes hiperrealistas de Jesús son a partir de las características que quedaron impresas en la Sábana Santa de Turín y sobre las que se realizó una recreación volumétrica del cuerpo que fue envuelto en dicha tela que se conserva en la Catedral de Turín y que de acuerdo con las pruebas de carbono 14 su elaboración coincide con las fechas en las que murió Jesús.
De esta forma, los 3 creadores de las esculturas, Álvaro Blanco, Juan Manuel Miñarro y Walt Wizard, han basado sus obras en los estudios científicos y forenses que se realizaron a la reliquia, destacando en dos de los dos primeros casos las marcas que dejaron en ella las heridas sangrantes de los pies, piernas, rodillas, cuerpo y cabeza.
Siguiendo métodos similares, los creadores reconstruyeron el cuerpo de Jesús, en un caso para mostrar cómo era cuando estaba vivo, en otro cuando se encontraba crucificado y en el tercer caso cuando yacía sin vida en el sepulcro.
El escultor peruano Walt Wizard indicó que pese a que desde hace muchos años tenía conocimiento de la existencia de la Sábana Santa, fue hace seis años, luego de ver una la imagen en tercera dimensión realizada por el artista en diseño gráfico Ray Downing, en la que mostraba el rostro de un Jesús muy realista, cuando se dedicó a investigar más sobre la reliquia.
Wizard comentó que en cuanto tuvo la información necesaria de la Sábana investigó en la Sagrada Biblia más acerca de Jesús y luego buscó datos históricos para determinar el color de la piel que podría tener el Hijo de Dios y de las piezas de vestir usadas en esa etapa, a fin de crear a un Jesús Vivo predicando.
“Realicé un modelado en 3D a partir de la imagen en alta definición que me fue enviada desde Turín; luego realicé el modelado en arcilla sintética para los detalles y al final utilicé silicona de grado médico, que es el material más parecido a la piel humana y con el que se realizan prótesis médicas, para darle el mayor realismo y agregué detalles como poner el pelo uno a uno”, explicó.
En este sentido, Wizard subrayó que el mensaje más importante que quiere dar al mundo con su Jesús Vivo Hiperrealista es que conozcan al Hijo de Dios como el ser humano que estuvo en la tierra y a partir de ello entender todo el sufrimiento que pasó después por el amor que nos tuvo.
Teniendo como base los estudios científicos y forenses que se realizaron a la Sábana Santa, el artista español Juan Manuel Miñarro dio forma al Cristo de la Expiación Hiperreal que le fue solicitado directamente por la Casa Espiritual de la Gran Promesa del Sagrado Corazón de Valladolid.
La imagen del Cristo Crucificado creada por Miñarro tiene una altura de 1.70 metros fue elaborada, en madera y estuco, en poco más de dos años de trabajo y muestra una serie de características que se muestran en la reliquia, en específico algunas heridas graves que sufrió el Jesús.
“Tiene influencias de los estudios de la Sábana Santa, siguiendo la línea naturalista y cientifísta de mi última etapa. Presenta en su espalda el orificio de salida provocado por la lanza.
“Los estudios del sudario constatan que hubo un orificio de salida posterior por la derecha de la espalda, entre borde interno del omóplato y la séptima cervical, una herida post mortem con sangre procedente de las cavidades internas”, explicó en una entrevista con el medio Sevilla ABC.
El Cristo de la Expiación, explicó Miñarro, en su acabado recibió “una policromía en relieve, con procedimientos para hacer una encarnadura compuesta ‘a paleta’ para una verídica representación de las heridas y los regueros de sangre, otorgándoles textura y volumen”, algo que el artista bautizó como “policromía en 3D”.
El artista Álvaro Blanco, analiza la figura de Jesucristo y hace una reproducción hiperrealista de su cuerpo a partir de la información que obtuvo de la Sábana Santa de Turín, también conocida como Síndone.
Esta escultura hiperrealista a tamaño real basada muestrala imagen de un hombre, que pudo ser Jesús tras su muerte, de 1.78 metros de altura y 75 kilos de peso, que yace totalmente desnudo.
A partir del análisis realizado a la reliquia, en la imagen hiperrealita se aprecian 250 golpes y 150 latigazos infligidos con los llamados flagellum, un flagelo de cuero con bolas de hierro en sus extremos.
De la misma manera, a partir de la revisión minuciosa se ve que entre la quinta y la sexta costilla se aprecia una lanzada de la que manó sangre y agua, por un edema pulmonar, detalle que se describe en los Evangelios sobre la Pasión y muerte de Jesús de Nazaret.
En la figura hecha con látex y silicona, con pelo humano, se muestran heridas en los pies y muñecas por los clavos, el hombro dislocado, la pierna contraída por la rotura de un tendón, la nariz desviada por golpes en la cara y cabeza, además del pelo revuelto y sucio por la mezcla de sangre y sudor.
De la misma manera, se reconstruyó antropológicamente el cuerpo de Jesús, haciendo pruebas con volúmenes tridimensionales y reflejando sobre él todas las heridas que sufrió en la cruz previo y después a su muerte.
Con información de Sevila ABC
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