Más de 6,000 jóvenes se reúnen en nombre de Cristo: “Somos sembradores de esperanza”

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Más de 6,000 jóvenes se reúnen en nombre de Cristo: “Somos sembradores de esperanza”

El Jubileo de la Juventud 2025 reunió a más de seis mil jóvenes en Huipulco. Con fe, música, oración y testimonios, vivieron una jornada que encendió sus corazones.

6 julio, 2025
Más de 6,000 jóvenes se reúnen en nombre de Cristo: “Somos sembradores de esperanza”
Más de seis mil jóvenes de toda la Provincia Eclesial de México se dieron cita en el Seminario Conciliar, Casa Huipulco, para vivir el Jubileo de la Juventud 2025. Foto: DLF

Desde las 9 de la mañana, miles de jóvenes —católicos y no católicos— comenzaron a formar largas filas en las afueras del Seminario Conciliar, Casa Huipulco. La paciencia y el entusiasmo fueron sus mejores aliados mientras esperaban entrar. ¿El motivo? No fue un partido de fútbol, ni un festival , ni el último reto viral en redes sociales. Fue algo mucho más profundo: el anhelo de encontrarse con Dios y compartir la fe con otros jóvenes como ellos.

Así, más de seis mil jóvenes provenientes de la Provincia Eclesial de México —que agrupa a la Arquidiócesis Primada y a las diócesis de Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco— se congregaron para vivir con alegría el Jubileo de la Juventud 2025.

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Desde temprana hora, miles de jóvenes hicieron largas filas para ingresar al Jubileo, movidos por el deseo de encontrarse con Dios. Foto: DLF

“Venimos para escuchar la respuesta de Dios”

Desde el inicio de la jornada, decenas de actividades ya estaban en marcha para acoger las inquietudes y búsquedas espirituales de los asistentes. Muchos se sintieron atraídos por los diversos carismas de la vida consagrada —el educativo, el misionero, el contemplativo—, representados por religiosas, religiosos y laicos comprometidos que compartían sus testimonios con cercanía y alegría.

Algunos jóvenes se sumaron a dinámicas, concursos y espacios de integración; otros se acercaron al Árbol de la Paz, donde colgaron intenciones, agradecimientos o pequeños mensajes dirigidos a Dios. Varios más se refugiaron en el silencio de la capilla para agradecer frente al Santísimo haber llegado hasta ahí, después de viajes largos y cansados.

Mario, Andrés y Josué venían desde Zumpango, Estado de México. Salieron de madrugada y recorrieron más de tres horas para vivir el Jubileo. “Vale la pena, quisimos vivirlo. No todos los años podemos vivir un Jubileo”, compartieron.

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Mons. Acero expuso al Santísimo Sacramento ante miles de jóvenes, que adoraron en silencio y conmovidos a Cristo presente en la Eucaristía. Foto: DLF

La Iglesia no es para los jóvenes, ¡es de ellos!

La jornada fue inaugurada por Monseñor Adolfo Miguel Castaño Fonseca, obispo de Azcapotzalco, quien exhortó a los jóvenes a vivir su fe con valentía y esperanza, recordándoles que su testimonio es indispensable para anunciar el Evangelio.

A mediodía, el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, Mons. Francisco Javier Acero, presidió una solemne Hora Santa, durante la cual expuso al Santísimo Sacramento ante la multitud reunida. En un ambiente de profundo recogimiento, miles de jóvenes se mostraron visiblemente conmovidos ante la presencia real de Cristo en la Eucaristía.

El Jubileo también fue una oportunidad para reconciliarse con Dios. Durante toda la jornada, varios sacerdotes estuvieron disponibles para el sacramento de la Confesión en distintas áreas del recinto. Muchos jóvenes se acercaron con humildad y valentía, y no fueron pocos los que rompieron en llanto al experimentar el perdón y la misericordia. Algunos confesaron que hacía años que no se acercaban al sacramento, pero sintieron que ese día, en ese lugar, Dios les hablaba directamente al corazón.

Homilía Carlos Aguiar
El Cardenal Carlos Aguiar presidió la Eucaristía y animó a los jóvenes a ser sembradores de esperanza en este Año Jubilar. Foto: DLF

Jóvenes: ustedes son sembradores de esperanza

A esta gran fiesta no podía faltar la celebración eucarística que fue presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, quien dirigió una homilía centrada en la esperanza cristiana y en la misión que tienen los jóvenes como testigos del Evangelio.

“Está fundada nuestra esperanza, y ese es el tema central de este Jubileo que convocó el Papa Francisco para este año 2025”, afirmó al inicio de la Misa. “Es un tiempo de gracia para todos, pero especialmente hoy estamos celebrando por ustedes, para que sean verdaderamente sembradores de esperanza”.

Inspirado en el pasaje del profeta Isaías que Jesús proclamó en la sinagoga de Nazaret, el Cardenal explicó que esta misma Palabra se vuelve a pronunciar hoy en cada uno de los jóvenes: “El Espíritu del Señor está sobre mí… Hoy esta profecía se cumple también en ustedes. Son enviados para hacer presente el Reino de Dios en el mundo”.

Aguiar enfatizó que esta vocación se manifiesta en acciones concretas: sanar corazones heridos mediante la escucha atenta, liberar a los cautivos que viven atrapados en adicciones, vacíos o dependencias, y anunciar la misericordia de Dios con alegría.

“¿Cómo se alivia un corazón herido? Escuchándolo”, dijo. “Y muchas veces los cautivos no están en cárceles físicas, sino atados a intereses, deseos o adicciones que les quitan libertad. La verdadera liberación es interior, y solo es posible con la acción del Espíritu”.

El Arzobispo recordó que este Año Jubilar es una oportunidad para todos los que buscan a Dios y desean integrarse a la familia divina, donde se encuentra la esperanza más profunda: sabernos hijos amados del Padre.

Finalmente, alentó a los jóvenes a vivir esta misión con convicción y alegría: “Podemos decirle: Tú eres mi Padre, mi Dios, mi roca salvadora. En Él están nuestras raíces, y en Él encontramos al Espíritu que dio a su Hijo para enseñarnos el camino, la verdad y la vida”.

Y concluyó con fuerza: “Jesús dijo: Hoy se ha cumplido esta Escritura que acaban de oír. El Reino de Dios ha comenzado con Jesucristo, y nosotros somos sus misioneros, sus enviados”.

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El dúo de payasos católicos Los Destrampados llenó de risas y alegría la jornada, recordando que también se puede evangelizar con humor. Foto: DLF

Hakuna y los Destrampados

La tarde también vibró con los cantos de Hakuna, cuyos temas como “Salgo a buscarte” y “Resucitó” fueron coreados por cientos de jóvenes que alzaban los brazos y cantaban con todo el corazón. Las letras, profundas y actuales, conectaron de inmediato con las búsquedas y luchas personales de muchos.

Más tarde, el ambiente, lleno de fe y energía, preparó el terreno para un momento de alegría y carcajadas con la participación especial de Los Destrampados, el dúo de payasos católicos que sorprendieron con su humor, espontaneidad y un mensaje claro: seguir a Jesús también es motivo de fiesta y buen humor. Su show, lleno de ocurrencias, dinámicas y referencias a la vida cristiana, fue uno de los más aplaudidos del día.

The Chosen: Jesús tiene algo que decirte

Una de las actividades más concurridas fue “The Chosen: La experiencia”, un espacio que permitió a los jóvenes sumergirse en la escena de la Última Cena. Allí, rodeados por una ambientación cuidada y silenciosa, los asistentes se sentaban simbólicamente a la mesa con Jesús. Más que una recreación, fue un momento profundo de encuentro, donde muchos escucharon con el corazón una de las frases más poderosas que un ser humano puede oír: “No estás solo”. Para varios, fue un instante de consuelo, de lágrimas y de certeza: Jesús sigue llamando, sigue esperando, sigue amando.

Guilherme
El padre Guilherme, conocido como el Cura DJ, encendió el ánimo de miles de jóvenes con música electrónica y mensajes de fe. Foto: DLF

El corazón joven late… al ritmo de Dios

Aunque la lluvia fue una invitada inesperada, el Jubileo no se apagó porque aún faltaba bailar, cantar y gritar. Pasadas las 19:30 horas, llegó el momento más esperado por muchos: el concierto del padre Guilherme Guimarães, el sacerdote portugués mejor conocido como el Cura DJ, quien sabe como nadie unir los corazones y el canto de los jóvenes al ritmo de la fe.

Luces, humo, beats y un mensaje claro: ¡Jesús está vivo! La energía que más de 6,000 jóvenes se desbordó en saltos, gritos y bailes. Ahí se pudo ver la verdadera magnificencia de Dios, no sólo por la música sino porque más de mil jóvenes, de acuerdo con los datos de inscripción, no pertenecían a ningún grupo juvenil, ni a una parroquia, ni siquiera se identificaban como católicos. Sin embargo, allí estaban, con los brazos en alto, coreando canciones como “Cristo vive” o “Espíritu, ven”, dejándose tocar por una alegría diferente, una que —como muchos confesaron después— no habían experimentado en ningún otro concierto.

El padre Guillerme no solo animó, sino que predicó. Entre canción y canción estuvieron presentes los mensajes de San Juan Pablo II, el recién fallecido Papa Francisco y por último la imagen del Papa León XIV. Y los jóvenes respondieron con vítores, luces de celulares encendidas, y un coro unánime al ritmo de la fe.

¿Quién dijo que la juventud estaba dormida? Eso no existió ayer, la explanada vibraba amor, hermandad y entusiasmo. No hubo bancas, ni paredes, pero sí hubo fuego: un testimonio viviente de que la Iglesia tiene un rostro joven, alegre y misionero.



Autor

Periodista con más de 20 años de trayectoria, titulada de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. A lo largo de su carrera ha colaborado en reconocidos medios nacionales como Milenio, El Gráfico de El Universal, Revista Alto Nivel y Desde la fe, entre otros. Su trabajo se ha enfocado en temas sociales, culturales y de interés humano, con un compromiso constante por informar con profundidad y sensibilidad.