La Virgen María toma las calles de la CDMX para visitar la Catedral Metropolitana
El 16 de agosto, fieles de varias parroquias peregrinaron a la Catedral de CDMX con imágenes de la Virgen María, celebrando su solemnidad.
Son las 2 de la tarde del sábado 16 de agosto y bajo un cielo azul copado de una gran cantidad de nubes blancas las campanas de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México anuncian con el toque de andas la llegada de diversas procesiones con diferentes imágenes y advocaciones de la Santísima Virgen María.
Convocadas por la Catedral Metropolitana, decenas de parroquias de la Provincia Eclesiástica de México y de diócesis vecinas del Estado de México, e incluso una de Guanajuato, tomaron las calles y participaron en la peregrinación de advocaciones marianas con motivo de la solemnidad de la Virgen María.
El clima se postra ante la madre de Jesús y el sol ilumina el andar de los fieles que, portando sus diversas imágenes, salieron de las parroquias ubicadas en las diferentes alcaldías de la capital del país y de algunos municipios conurbados del Estado de México con rumbo al templo ubicado en el Centro Histórico.
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Poco a poco, acompañados por el toque de campanas, los peregrinos, ya fuera en pequeños o grandes grupos, arribaron a la Catedral portando cuadros o esculturas de las advocaciones marianas para participar en la Santa Misa que con motivo de la Fiesta de María presidió Monseñor Salvador González Morales, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México.
Una a una las imágenes de Nuestra Santa Madre fueron llegando a la catedral en medio de alabanzas y cánticos dedicados a ella o con el rezo del Santo Rosario o incluso con porras y gritos de arenga hacia ellas, haciendo del momento una gran fiesta de amor, fe, esperanza y devoción.
Pasadas las dos de la tarde el rector de la Catedral Metropolitana, monseñor José Antonio Carballo García, recibió en el atrio a los peregrinos y sus imágenes, quienes después de ser rociados con agua bendita ingresaron por la Puerta Santa, que permanecerá abierta todo el 2025 con motivo del Año Jubilar convocado por el recordado Papa Francisco el año pasado.
Correspondió a la imagen de la Virgen de Guadalupe visitando al tío Bernardino de San Juan Diego, del Santuario de la Quinta Aparición Guadalupana de Santa María Tulpetlac, honor de ser la primera en ingresar a la Catedral Metropolitana y tras pasar por el Altar del Perdón ser llevada al altar principal en donde fue colocada.
El desfile del mas de medio centenar de imágenes de la Virgen María dentro del templo fue emotivo, pero la luz que irradiaban todas ellas ya colocadas en el altar principal fue tal que la mirada de los fieles se posaban en una y luego en otra, desconcertados en algunos casos por no saber qué imagen y tratando de averiguarlo con los de al lado.
Así, la imponente Catedral Metropolitana de más de 500 años albergó en su interior las imágenes de:
- Guadalupe
- Desatadora de Nudos
- Perpetuo Socorro
- Inmaculada Concepción
- Rosario
- La Paz
- Rosa Mística
- Zapopan
- Salud
- Remedios
- Juquila
- Asunción
- Dulce Esperanza
- Inmaculada
- de los Milagros
- Medalla Milagrosa
- Candelaria
- Dolores
- Bala
- Pilar
- María Auxiliadora
- Merced
- Carmen
- Rayo
En su Homilía, monseñor González Morales destacó que en el marco de la fiesta de Nuestra Madre asunta a los cielos la presencia de las imágenes peregrinas que llegaron desde diferentes puntos de la ciudad nos ayuda “a recordar como pueblo que somos hijos de la Virgen y que la amamos profundamente”.
“Un pueblo que camina, un pueblo que es peregrino requiere siempre de quien le aliente, de quien le anime a seguir en su caminar. Este signo hermoso de venir con las imágenes puede recordarnos eso, que el Señor nos acompaña a través de la maternal intercesión de la Virgen María”, destacó el Obispo Auxiliar.
Por su parte, al concluir la celebración eucarística, monseñor Carballo García agradeció a todos los fieles que, procedentes de 25 parroquias de la Ciudad de la México, del Estado de México y una de Guanajuato, peregrinaron hasta el centro histórico con su imagen Mariana para participar en este fiesta de fe y amor por la madre de Jesús.
Afuera, el silencio de las campanas de la Cátedral y el benévolo clima, con un atardecer iluminado por un radiante sol y un refrescante viento que hacía ondear la Bandera de México en todo lo alto del Zócalo, permitió que una a una las imágenes de la Virgen María pudieran iniciar, sin complicaciones, el regreso a sus parroquias, acompañadas por los fieles peregrinos que con fervoroso amor las custodiaron hasta que llegarán a su destino.