Aniversario de la diócesis de Iztapalapa

Desde su llegada a la Arquidiócesis Primada de México, el Arzobispo Carlos Cardenal Aguiar Retes analizó la necesidad de reestructurar esta zona con la finalidad de ofrecer una mejor atención pastoral; es así que presentó en noviembre del 2018 ante la Conferencia del Episcopado Mexicano el proyecto, siendo aprobado y dando su bendición el Santo Padre el mismo año, lo que derivó en la creación de tres nuevas Diócesis en septiembre del 2019.

Posteriormente, el cuatro de noviembre de 2021 se dio el acta de nacimiento de la Diócesis de Iztapalapa y al día siguiente se instauró formalmente por el nuncio apostólico en México, Franco Coppola, siendo Monseñor Jesús Antonio Lerma Nolasco el primer Obispo nombrado, está Diócesis comenzó con 29 diáconos permanentes y 16 seminaristas.

El próximo jueves se conmemoran cuatro años de tan significativo momento, y es que el trabajo pastoral en la Diócesis ha sido importante, no solo para la zona sino para la Arquidiócesis Primada de México. Es innegable que Monseñor Lerma Nolasco desempeñó un papel fundamental, ya que mantuvo un contacto cercano con los pueblos originarios y los Mayordomos de la región, lo que permitió que posteriormente Monseñor Jorge Cuapio Bautista, quien hasta el momento se ejerce como Obispo, continúe la labor que se ha hecho en este territorio.

La alcaldía de Iztapalapa es una de las más críticas, en la zona hay diversos centros de readaptación social, por lo que la Pastoral Penitenciaria es una de las áreas donde el trabajo se ha centrado de forma sustancial y ha permitido el desarrollo de programas basados en valores y amor al prójimo para fomentar una mejor reintegración a la población que sale de estas instituciones.

No podemos negar que Iztapalapa es una de las localidades de la ciudad con más población y enfrenta serios problemas de violencia, inseguridad, escasez de agua e incluso tienen deficiencias en servicios públicos como recolección de basura o alumbrado de calles; por lo que una iglesia unida, empática, compasiva, pero sobre todo con una gran capacidad para escuchar y abrirse al diálogo constructivo ha comenzado un trayecto de transformación que estoy convencido seguirá rindiendo frutos, sobre todo por el trabajo coordinado entre el Obispo emérito y el actual.

Iztapalapa es un pueblo que ama las tradiciones, es aquí donde año con año se lleva a cabo uno de los rituales de Semana Santa más importantes, por lo que hoy como Diócesis y frente a crisis cada vez más severas, el encuentro con Dios y la fe se han convertido en un camino que puede acercarnos a la sinodalidad.

*Consultor en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.

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