¿Cómo se prepara la Iglesia en México para atender a los migrantes deportados por Trump?
La política antiinmigrante de Donald Trump parece tomar forma, por lo que la Iglesia de México se alista para recibir a los deportados.
El primer día de su gobierno, Donald Trump firmó órdenes ejecutivas que comienzan a dar forma a su política antimigratoria: habilitó las detenciones a migrantes en lugares que antes se consideraban “protegidos”, como escuelas e iglesias; canceló la aplicación CBP One que permitía solicitar asilo por razones humanitarias, y eliminó el derecho de ciudadanía a niños nacidos en territorio estadounidense pero de padres en situación irregular.
¿Está México realmente preparado para afrontar el desafío de las deportaciones de migrantes que se anticipan? ¿Y qué responsabilidad tenemos como cristianos frente a una posible ola de deportados, tanto nacionales como internacionales?
La Iglesia mexicana ante una eventual crisis
El padre Juan Luis Carbajal, director de la Pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis Primada, señala que aún nadie sabe cuál será el modus operandi de las deportaciones de migrantes; además, se ignora la cantidad de personas que serán expulsadas a sus países de origen, y se desconoce si las deportaciones se operarán vía terrestre o aérea, o si se deportará a los migrantes no mexicanos a nuestro país o sus propios países.
“Sin embargo -señala-, la Iglesia buscará la forma de responder a esta eventual crisis con caridad a través de sus casas de migrantes, albergues y centros de acogida. Porque en la Iglesia, una de las pruebas contundentes de que nuestra postura de ayuda al prójimo no se queda en el discurso, son precisamente las casas de migrantes, que si bien tienen limitaciones, siempre están a disposición de quienes lo necesitan”.
La Iglesia como hospital de campaña
Por iniciativa del padre Benito Torres, la Parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad, ubicada en la Ciudad de México, lleva años sirviendo como un centro de ayuda a los más necesitados, pues ha funcionado como comedor comunitario, como albergue para personas en situación de calle, y como centro de acogida para migrantes.
Actualmente, ante las medidas dispuestas por Donald Trump, la parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad se prepara ya para recibir a 150 migrantes, pero también se están acondicionando otros espacios cercanos a fin de que puedan servir para tal propósito.
El padre Benito Torres señala que hoy México se encuentra frente a una posible emergencia, de manera que “es un bello momento, para nosotros los católicos, de poner en práctica las llamadas obras de misericordia.
“Y es que el Papa Francisco ha dicho que las iglesias deben ser hospitales de campaña, donde cualquier necesitado o cualquier persona vulnerable encuentre un sitio donde sanar sus heridas, un lugar de refugio. En la Parroquia de la Santa Cruz y Nuestra Señora de la Soledad, como lo hemos estado haciendo desde hace años, abriremos nuevamente las puertas a nuestros hermanos migrantes en necesidad”.
Iglesia y gobierno en coordinación
El sacerdote explica que actualmente trabaja en coordinación con el Gobierno de la Ciudad de México y con algunas asociaciones civiles a fin de poder ofrecer a los migrantes un albergue digno en la medida de lo posible.
En este sentido, hace hincapié en que, además de que la parroquia a su cargo abrirá sus puertas a más de un centenar de migrantes, ya se están acondicionando los mencionados espacios a fin de que puedan servir como lugar de acogida. Además, los migrantes instalados en campamentos en las proximidades de la parroquia serán llevados a estos lugares.
Finalmente, el padre Benito Torres envía un mensaje a la sociedad frente al posible arribo de numerosos migrantes deportados: “México, y especialmente la Ciudad de México, siempre se ha distinguido por ser un lugar hospitalario, así que hoy es momento de demostrar nuestra calidez ayudando a nuestros hermanos más necesitados. Primero que nada, hay que tener paciencia con ellos y brindarles la ayuda que requieran”.
¿Qué hace la Iglesia Católica para ayudar a los migrantes?
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), a través de la Dimensión Episcopal de la Pastoral de Movilidad Humana, también ha emitido un mensaje a la sociedad ante la postura antiinmigrante de Donald Trump, en el que reconoce el trabajo realizado por las diversas diócesis, tano de México como de Estados Unidos, y las iniciativas en protección y defensa de los derechos de las personas migrantes.
Mediante un comunicado firmado por monseñor Eugenio Lira Rugarcía, responsable de la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana, la CEM reafirma sus esfuerzos para que en las casas, albergues y centros de acogida de la Iglesia los migrantes necesitados puedan encontrar techo y alimento; atención a la salud física, emocional y espiritual; ayuda para contactar a sus familias y obtener la documentación que necesiten, así como asesoría y acompañamiento legal para los trámites que requieran realizar.
Asimismo, la CEM llama a la sociedad mexicana a sumarse al esfuerzo de las arquidiócesis, diócesis, parroquias, institutos de vida consagrada, seminarios, casas de formación, universidades y colegios católicos, grupos laicales y comunidades, a fin de que, como pueblo de México, podamos “seguir apoyando a nuestros hermanos migrantes y deportados”.
“Unidos -señala el comunicado-, podemos ofrecer a todos una esperanza, teniendo presente la enseñanza de Jesús: “Traten a los demás como les gustaría que los demás los trataran a ustedes” (Lc 6, 31).
Trump, ¿mano dura o ruido político?
El padre Juan Luis Carbajal señala que si bien las amenazas vertidas por Donald Trump contra los migrantes pueden ser un recurso más político que efectivo, en su regreso a la Casa Blanca parece estar más dispuesto a cumplir con sus promesas antiinmigrantes que en su primer periodo como presidente.
Para el sacerdote, en la estrategia política de Donald Trump, el manejo de su imagen como un hombre mano dura contra los migrantes ha sido un factor fundamental: por un lado ha venido hablándole a sus ciudadanos, con el fin de hacerles sentir que sus fronteras están seguras; por el otro, ha estado hablando a los propios migrantes, con el fin de desalentar el flujo de personas que pretendan llegar a los Estados Unidos.
“Para Trump -considera-, todo esto es principalmente una cuestión de autoimagen; sin embargo, no se puede dar el lujo de incumplir las amenazas, ya que no puede quedar como un mentiroso ante sus seguidores. Así que si bien no sabemos la magnitud de las acciones que va a emprender, lo que sí podemos prever es que al inicio de su mandato hará efectivas una gran cantidad de deportaciones”.
Primeras acciones efectivas
Entre sus primeras acciones efectivas -señala el padre Carbajal-, Donald Trump canceló la aplicación CBP One para obtener autorización de entrar a los Estados Unidos como refugiados, e inició el despliegue de redadas policiales en algunos estados. “De manera que hoy por hoy podemos ver no se trata de las solas amenazas”.
Sin embargo -añade-, puede ser que paulatinamente vaya reconsiderando sus acciones, entre en diálogo con el Gobierno de México y no lleve a cabo la tan mencionada deportación masiva, “ya que es algo que ni siquiera le conviene a pueblo norteamericano, sobre todo porque muchas de las personas que trabajan de forma ilegal representan un sostén importante en la economía estadounidense, especialmente en sectores como en el campo, o en las industrias restaurantera y hotelera, entre otros ramos”.
Para mayor información acerca de los centros de atención a migrantes, ingresar a: Movilidad Humana