Santa Inés y el derecho al futuro de las niñas
El peligro actual no usa espada ni decreto imperial. Se infiltra en los mensajes directos, en los juegos en línea, en los algoritmos
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
Las heridas más invisibles suelen empezar en silencio. Donde el mundo parece inofensivo y la conexión es sinónimo de libertad, muchas niñas enfrentan el riesgo de lo digital: acoso, manipulación y la exposición a situaciones más allá de su capacidad de defensa.
Detrás de mensajes amables, solicitudes de amistad, promesas vacías que atrapan y confunden puede estar la violencia. Proteger a las niñas en ese entorno digital es una urgencia moral y social.
Familias y comunidades no pueden delegar esa responsabilidad ni en las plataformas ni en los algoritmos. Las cifras de este año del C5 revelan 333 reportes relacionados con niñas de entre 1 y 12 años, en su mayoría por agresión o violencia familiar. Son señales de una fragilidad social que requiere presencia, escucha y prevención.
La historia de Santa Inés de Roma, patrona de las niñas, toma fuerza en este contexto. Nacida alrededor del año 291 y martirizada en Roma en el 304, se convirtió en símbolo de integridad y firmeza. A los doce años se negó a casarse con el hijo del prefecto romano, resistió las presiones del poder político y social de su tiempo. Su negativa fue castigada con la muerte, pero su fe la convirtió en referente de pureza, libertad interior y valentía.
El peligro actual no usa espada ni decreto imperial. Se infiltra en los mensajes directos, en los juegos en línea, en los algoritmos. Sin embargo, la solución es profundamente humana. El hogar como primera frontera de protección, con acompañamiento. La conversación familiar sobre visto y compartido por internet no puede es tema secundario.
Las comunidades también tienen un papel insustituible. Escuelas, parroquias, organizaciones civiles y autoridades en fomento de una cultura digital preventiva, donde las niñas aprendan a reconocer riesgos.
Canales de emergencia, como las líneas 9-1-1, 089 para denuncia anónima o *765 para violencia contra niñas y mujeres son herramientas valiosas, pero su eficacia depende del conocimiento del reporte.
Como parte de ese empoderamiento, el C5 abrió por primera vez su espacio a más de 30 niñas del DIF y de la Estancia Infantil de la Fiscalía General de Justicia capitalina acompañadas de la Coordinadora General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas, Gema Chávez, para mostrarles el funcionamiento del corazón de la seguridad de la Ciudad de México.
En la pedagogía del cuidado, Santa Inés se vuelve ejemplo. Su fortaleza es el ejemplo del derecho al futuro.