Binomio para el bienestar
Silvia, con su obra, no sólo ayuda a personas ciegas, también subraya la necesidad de un trato respetuoso y amoroso hacia los seres sintientes
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
El sarampión le quitó la vista a Silvia a los tres años, pero no la oportunidad de ayudar a otras personas y seres sintientes.
A los 13 años comenzó a desplazarse sola con un bastón blanco y a los 19 se le presentó una gran oportunidad: viajar a Estados Unidos por su primer perro guía. En la escuela Leader Dogs for the Blind le asignaron una pastor alemán.
La conexión fue inmediata y fuente de lo que sería el gran proyecto de Silvia Lozada: la fundación, en 1988, de la primera Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos en América Latina, motivada por su experiencia personal al entender a su lomito como un apoyo vital que le brinda independencia. Una labor altruista que ha permitido la integración de 142 binomios persona-can.
Su historia es un ejemplo de quienes dedican tiempo y esfuerzo al bienestar de los animales de compañía y de la comunidad, labor de la cual San Lázaro, el patrono de los perros, conocido como “el pobre de Dios”, es uno de los mayores referentes.
Generalmente el santo es personificado como un adulto mayor acompañado de canes que lamen sus heridas.
En el marco del Día Mundial de los Animales, a conmemorarse el 4 de octubre, las historias de San Lázaro y Silvia nos invitan a reflexionar sobre la responsabilidad ciudadana hacia los seres sintientes y las oportunidades de corresponder al apoyo que nos brindan.
Los animales de compañía adquieren cada vez mayor presencia en la vida familiar y comunitaria, lo cual se refleja en acciones para procurar su bienestar, como los reportes por maltrato. En el Consejo Ciudadano, en cinco años se han atendido más de 38 mil casos relacionados con violencia o abandono.
El reporte ciudadano es fundamental para reivindicar la importante presencia de los perros y otros animales de compañía. Herramientas como el 911 o los botones de pánico permiten denunciar casos de abuso en tiempo real, y activar mecanismos de protección.
Cada vez que ignoramos un acto de violencia perpetuamos el ciclo de abuso.
Silvia, con su obra, no sólo ayuda a personas ciegas, también subraya la necesidad de un trato respetuoso y amoroso hacia los seres sintientes.