¡Ojo con la inteligencia artificial!
En un encuentro nacional de comunicadores diocesanos, se hizo una demostración de cómo se puede crear, con inteligencia artificial, lo que se quiera, para apoyar la pastoral, pero advirtiendo también los peligros
HECHOS
Hace más de un año, se difundieron unas imágenes que presentaban al Papa Francisco luciendo una bonita chamarra blanca en diversas posturas; se veía todo muy natural, pero eran falsas. Se divulgaron también otras en muchas posiciones, algunas divertidas, otras poco respetuosas; ¡todas falsas! Con motivo de su reciente hospitalización, difundieron imágenes en que aparece la Virgen María acompañándolo y confortándolo; ¡falsas! Sacaron otra composición con los últimos diez Papas, como si estuvieran jugando unos sobre otros. Todo falso, fruto de la imaginación de alguien. Pero, así como estas composiciones parecen de juego, con la llamada Inteligencia Artificial se puede hacer lo que uno se imagine, para bien y para mal, causando a veces daños inimaginables. ¡Muchos no sabrán distinguir lo verdadero de lo falso!
Un obispo mexicano nos platicó que, con inteligencia artificial, le imitaron de tal forma su voz que parecía real. Unos delincuentes, usando su voz, llamaron a la Gobernadora de su Estado solicitándole una cantidad de dinero, como si en realidad le llamara el obispo. Sin comprobar la veracidad de la llamada, pues parecía en efecto la voz auténtica, hizo llegar lo solicitado a las indicaciones que le dieron los usurpadores de la voz. Y con una gran desfachatez, le volvieron a llamar para agradecerle el envío y le invitaron a desayunar con el obispo en un día posterior. Llegado el día, se presentó ante el obispo para desayunar con él. Este se desconcertó ante su presencia y se aclaró que todo era falso. Lo mismo han hecho con imagen y voz de otros obispos y cardenales, recomendando medicinas y otros productos, todo falso.
En un encuentro nacional de comunicadores diocesanos, realizado en Zacatecas a fines de octubre pasado, se hizo una demostración de cómo se puede crear, con inteligencia artificial, lo que se quiera, para apoyar la pastoral, dándole un buen uso, pero advirtiendo también los peligros que su abuso puede implicar. Nos quedamos sorprendidos de todo lo que se puede crear. No dudamos de cuánto bien puede traer esta tecnología, pero también del mal uso que se le puede dar para fines indebidos. ¡Debemos estar alertas ante este avance tecnológico!
ILUMINACION
El Papa Francisco ya ha abordado el tema en varios momentos. En su Mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, el 1 de enero de 2024, expresó: “Nos alegramos justamente y agradecemos las extraordinarias conquistas de la ciencia y de la tecnología… Las máquinas inteligentes pueden efectuar las tareas que se les asignan cada vez con mayor eficiencia, pero el fin y el significado de sus operaciones continuarán siendo determinadas o habilitadas por seres humanos que tienen un propio universo de valores. El riesgo es que los criterios que están en la base de ciertas decisiones se vuelvan menos transparentes, que la responsabilidad decisional se oculte y que los productores puedan eludir la obligación de actuar por el bien de la comunidad”.
En un mensaje a una reunión sobre este asunto en Hiroshima, Japón, dijo: “Frente a los prodigios de las máquinas, que parecen saber elegir de manera independiente, debemos tener bien claro que al ser humano le corresponde siempre la decisión. Condenaríamos a la humanidad a un futuro sin esperanza si quitáramos a las personas la capacidad de decidir por sí mismas y por sus vidas, condenándolas a depender de las elecciones de las máquinas. Necesitamos garantizar y proteger un espacio de control significativo del ser humano sobre el proceso de elección utilizado por los programas de inteligencia artificial. Está en juego la misma dignidad humana” (9-10-VII-2024).
En un mensaje dirigido al Presidente de Francia, con ocasión de una Cumbre que se convocó en París los días 10 y 11 de febrero de 2025 sobre el mismo tema, recordó “la urgencia de garantizar y proteger un espacio de control humano significativo sobre el proceso de elección de los programas de inteligencia artificial. En efecto, sin estos mecanismos, la inteligencia artificial, aun siendo una nueva herramienta fascinante, podría mostrar su lado más terrible, convirtiéndose en una amenaza para la dignidad humana”.
Ante los participantes en el Foro Intergubernamental del G7 sobre el mismo tema, reunidos en Italia, calificó esta inteligencia artificial como “un instrumento fascinante y tremendo”. Y les decía: “El tema de la inteligencia artificial a menudo es percibido de modo ambivalente: por una parte, entusiasma por las posibilidades que ofrece; por otra, provoca temor ante las consecuencias que podrían llegar a producirse. A este respecto podríamos decir que todos nosotros, aunque en diferente medida, estamos atravesados por dos emociones: somos entusiastas cuando imaginamos los progresos que se pueden derivar de la inteligencia artificial, pero, al mismo tiempo, nos da miedo cuando constatamos los peligros inherentes a su uso”. Y concluía: “Corresponde a cada uno hacer un buen uso de ella, y corresponde a la política crear las condiciones para que ese buen uso sea posible y fructífero” (14-VI-2024).
También los Dicasterios vaticanos para la Doctrina de la Fe y para la Cultura y la Educación publicaron una Nota sobre La relación entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana, titulada Antiqua et Vetera, con muy oportunos criterios (28-I-2025).
ACCIONES
Aprendamos a discernir toda la información que nos llega, pues no todo es verdadero. Eduquemos sobre todo a los niños y a la juventud en criterios sólidos, inspirados en la Palabra de Dios, para que no se dejen engañar por las máquinas y mentes perversas que las pueden usar para el mal. Pero aprovechemos sus aspectos positivos, que nos pueden ayudar mucho en todos los campos de la vida, también en la pastoral.
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