La Sábana Santa
¿Qué es la Sábana Santa?La tradición asegura que la Sábana Santa es el lienzo con el que envolvieron a Jesucristo para sepultarlo. Este lienzo mide 4.43 m. de largo y 1.14 m. de ancho. ¿Qué pruebas se le han realizado?Se ha analizado científicamente la tela, las micropartículas, la sangre y la imagen. Pero además, se le […]
¿Qué es la Sábana Santa?
La tradición asegura que la Sábana Santa es el lienzo con el que envolvieron a Jesucristo para sepultarlo. Este lienzo mide 4.43 m. de largo y 1.14 m. de ancho.
¿Qué pruebas se le han realizado?
Se ha analizado científicamente la tela, las micropartículas, la sangre y la imagen. Pero además, se le han practicado pruebas de microscopía, análisis químico, fotografía, imagenología por computadora, carbono 14, antropometría, palinología (estudio del polen), radiografía, fluorescencia, espectroscopía, termografía, y reflectancia.
¿Cuáles han sido los resultados?
Los resultados coinciden en que sobre este lienzo se acostó y se cubrió un cadáver, que provocó que quedara impresa una imagen perfecta, fotográfica, en negativo, de cuerpo entero, y tamaño natural, por detrás y por delante. Se trata de un cadáver que perteneció a un hombre alto, de alrededor de 30 años, que vivió en Palestina en el siglo primero y que fue flagelado a la usanza romana, coronado de espinas; un hombre que sufrió múltiples contusiones y heridas, así como un fuerte golpe en la nariz; un hombre que cargó un peso tremendo sobre los hombros, fue crucificado: clavado en los pies y las muñecas, y, ya muerto, fue atravesado por una lanza a la altura del corazón, de cuya herida brotó sangre y un líquido claro (todo lo cual sólo le sucedió a Jesucristo, como narran los Evangelios).
¿Dónde se encontró?
Se tiene conocimiento de que la Sábana Santa fue encontrada por primera vez en una tumba vacía en Jerusalén, a unos pasos de la muralla de la ciudad; fueron san Pedro y san Juan los autores de este hallazgo. Posteriormente, alrededor del año 525, fue hallada en Edessa, hoy Urfa, Turquía, oculta en un nicho encima de la puerta principal de la muralla de la ciudad. Más tarde, en el año 1355, el noble guerrero Godofredo de Charny la obtuvo tras haber realizado una expedición (de la cual no quiso revelar detalle). La Sábana fue exhibida en Lirey, Francia, cerca de París. Desde entonces se conoce su paradero.
¿Dónde está ahora?
La Casa de Saboya, su propietaria anterior, la trasladó a Turín en 1578. Desde entonces se conserva en la Catedral de San Juan Bautista de esa ciudad. La Síndone está protegida por un estuche sofisticado con vidrio antibalas, clima regulado por computadora y sin oxígeno para mantenerla en óptimas condiciones. La próxima exhibición pública está programada para el año 2025. La Sábana Santa pertenece actualmente al papa Francisco, después de que el rey Humberto de Italia se la heredara al papa Juan Pablo II en 1983.
¿Para qué nos sirve la Sábana Santa?
Para darnos una idea de cómo era Jesús físicamente, cómo y cuánto sufrió por nosotros, cómo murió, cómo le sepultaron, cómo resucitó. Es como una fotografía de Jesucristo y de la Resurrección que continúa sirviendo de modelo a los artistas para pintar y esculpir a Nuestro Señor. Nos sirve también para comprender mejor el mensaje de Jesucristo del Evangelio, ya que una imagen vale más que mil palabras. Para nosotros los católicos la Sábana Santa es el Evangelio ilustrado por Jesucristo resucitado, el objeto más valioso sobre la Tierra y el instrumento por excelencia para la evangelización, ya que contiene todo el Misterio Pascual.
¿El Carbono 14 negó la autenticidad de la Síndone?
La prueba del Carbono 14 que se realizó en 1988 a la Sábana Santa arrojó como resultado que ésta tenía su origen en el siglo XIII o XIV, y no en el I como afirma la tradición; sin embargo, los científicos reconocieron que el estudio se llevó a cabo con muchas deficiencias. En el 2005 se dio a conocer que la esquina de la cual se tomaron las tres muestras para la famosa prueba, pertenecía a un remiendo (zurcido invisible) muy posterior a la fecha de su hechura, lo que invalidó la prueba del Carbono 14.
¿Qué más se ha descubierto?
Algunos estudios científico revelaron las huellas de dos monedas diferentes –troqueladas en el año 29 d.C.– sobre los párpados de aquel hombre, con la finalidad de mantenerlos cerrado; cientos de imágenes florales de 28 especies diferentes de plantas que crecen alrededor de Jerusalén y que pudieron ser utilizadas para contrarrestar la esperada descomposición del cadáver, y las huellas de los instrumentos de la Pasión que sepultaron con Jesús por estar ensangrentados y exigirlo así la ley judía.
¿Cuál es la opinión de la Iglesia?
Dado que no se trata de una materia de fe, la Iglesia Católica no tiene competencia específica para pronunciarse sobre estas cuestiones, por lo que encomienda a los científicos la tarea de continuar investigando para encontrar respuestas adecuadas a los interrogantes relacionados con este lienzo.
Conclusión
Este lienzo es tan maravilloso que amerita profundos estudios. Si Jesucristo nos lo legó y justamente las generaciones actuales son las privilegiadas para desentrañar muchos de sus misterios a través de las revelaciones del estudio de la Sábana Santa, ignorar la Síndone es rechazar un tesoro divino que puede ayudarnos a conocer a Jesucristo, amar mejor, ser más felices y llevar a más personas a Él.
Recuadro
“Los signos de Su presencia en la Tierra y las pruebas evidentes de Su amor”.
Papa Pío XI
“Es un extraordinario vestigio de la Pasión del Divino Redentor.”
Papa Pío XII
“Allí está el dedo de Dios.”
Papa Juan XXIII
“Es la reliquia más importante de toda la historia de la Cristiandad.”
Papa Pablo VI
“La Sábana Santa, espejo del Evangelio”.
Papa Juan Pablo II
“Es un regalo de Dios para los hombres”.
Papa Benedicto XVI
Recuadro 2
“También yo me pongo con vosotros ante la Sábana Santa. No se trata simplemente de observar, sino de venerar; es una mirada de oración. Y diría aún más: es un dejarse mirar. Este rostro tiene los ojos cerrados, es el rostro de un difunto y, sin embargo, misteriosamente nos mira y, en el silencio, nos habla. Esta imagen –grabada en el lienzo– habla a nuestro corazón y nos lleva a subir al monte del Calvario, a mirar el madero de la cruz, a sumergirnos en el silencio elocuente del amor”.
Papa Francisco
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