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Cine: La Misión

  “Si la violencia es lo que cuenta, entonces no tengo fuerzas para vivir en un mundo así”. NEWSLETTER Recibe nuestro boletín semanal   Si continúas, aceptas la política de privacidad    Antonio Rodríguez En medio de la espesa selva, un grupo de hombres de la región carga una pesada cruz de madera. Al llegar al […]

 

“Si la violencia es lo que cuenta, entonces no tengo fuerzas para vivir en un mundo así”.

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Antonio Rodríguez

En medio de la espesa selva, un grupo de hombres de la región carga una pesada cruz de madera. Al llegar al río, la arrojan; sólo entonces se puede ver en ella a un hombre de piel blanca que va crucificado y semiinconsciente. La violenta corriente del río hace suyo al maltrecho hombre, quien continúa sin abrir los ojos. Tal vez así sea mejor, pues pronto llegará a una pronunciada cascada que sin duda significará su muerte. A lo lejos, los nativos se quedan observando cómo el agua devora al hombre.

Estos hombres no aceptan a los misioneros, no entienden el concepto de la Cruz y mucho menos el de Cristo; también se les dificulta distinguir entre los misioneros y los cazadores; estos últimos, con ayuda de la espada y de las balas, los atrapan para después venderlos como esclavos. El padre Gabriel (Jeremy Irons) es un misionero jesuita que ha trabajado mucho para ganarse la confianza de los guaranís, para establecer con ellos una comunidad en medio de la selva.



El sacerdote ha logrado agregar a sus filas al cazador Rodrigo Mendoza (Robert DeNiro) quien cumplía una condena en prisión por haber asesinado a su hermano. La pena que cubre el rostro de Mendoza es evidente, pues su prisión no sólo ha sido física, sino mental. El padre sabe que puede ayudar a este hombre y lo invita a aceptar la misión de tomar a su lado el camino de la selva, donde tal vez, con la ayuda de Dios, pueda expiar sus penas y perdonarse.

El antiguo cazador se ha autoimpuesto una penitencia: cargar en sus espaldas la armadura de su hermano durante todo el camino, sin importar lo peligroso que esto resulte. Su compromiso llega a tal grado que los demás sacerdotes le piden al padre Gabriel que lo obligue a soltar “esa maldita carga, pues ya ha hecho suficiente penitencia”. El sacerdote responde que Mendoza no lo cree así, y mientras él no lo crea, él tampoco lo hará.

En este contexto se desarrolla La Misión, película de 1986 dirigida por Roland Joffe, quien cuenta la historia real de un grupo de misioneros que aceptó el reto de evangelizar en tierras desconocidas, adecuándose a una cultura ajena, surcando los peligros de las tierras inexploradas, pero también los peligros políticos de las coronas española y portuguesa, que ven en la selva una nueva forma de enriquecimiento.

La Misión invita a reflexionar acerca de qué tanto es capaz de hacer el hombre con tal de obtener riqueza, qué tan sencillo es terminar con la idiosincrasia cuando se entra por la fuerza, derramando sangre a su paso. La Misión puede resumirse en lo que sucede cuando no entendemos el verdadero mensaje de Cristo y modificamos a conveniencia lo que el Señor nos ha dicho.





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