En el corazón de la democracia
El populismo basa su efectividad en dividir: buenos y malos, honestos y deshonestos, amigos y enemigos
(Primera de dos partes)
Con motivo de la visita del Papa Francisco a Trieste para clausurar la 50ª Semana Social de los católicos de Italia, el diario Il Piccolo junto con la Librería Editorial Vaticana editó una antología de mensajes de Francisco titulada: En el corazón de la democracia.
La edición trae un prólogo inédito en el que el pontífice argentino aclara la forma como debemos entender a la democracia frente al extendido “escepticismo democrático”. La democracia, dice el Papa en el prólogo del libro, está cediendo paulatinamente terreno “al encanto del populismo” Y agrega: “La democracia tiene inherente un gran e indudable valor: el de estar ‘juntos’, el de que el ejercicio del gobierno tenga lugar el en contexto de una comunidad que se confronta libre y secularmente en el arte del bien común, que no es sino un nombre de lo que llamamos política.”
En este párrafo están puestos los elementos que destruye el populismo, más aún el populismo ramplón, descarado, depredador que sufrimos en América Latina (y en algunos otros países “desarrollados”). Porque el “estar juntos” lleva cosida a sus ropas la necesidad de actuar juntos.
En efecto, el populismo basa su efectividad en dividir: buenos y malos, honestos y deshonestos, amigos y enemigos (el cierre de la participación de Claudia Sheinbaum en el último debate fue una ristra de descalificaciones del “adversario”, y un himno de alabanza a la pulcritud del “movimiento transformador”).
Francisco citó a continuación la carta de unos muchachos, guiados por el padre Lorenzo Milani, a su profesora: “He aprendido que el problema de los demás es el mismo que el mío. Salir de él juntos es la política; salir de él solos es la avaricia”. Supremo aprendizaje: advertencia a los avaros”.
MÁS ARTÍCULOS DEL AUTOR:
Noticias del infierno