Evangelio 24 de noviembre 2024: El reino que no es de este mundo
Su reino es un misterio que inicia muy dentro del corazón de cada persona y crece para dar vida eterna
Lectura del santo Evangelio del 24 de noviembre 2024 según San Juan (18, 33b-37)
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: “¿Eres tú el rey de los judíos?”.
Jesús le contestó: “¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?”.
Pilato replicó: “¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?”.
Jesús le contestó: “Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí”.
Pilato le dijo: “Conque, ¿tú eres rey?”.
Jesús le contestó: “Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz”.
Palabra del Señor.
El reino que no es de este mundo
Haciendo un poco reseña de la sucesión de reinos que dominaron sobre el territorio de Palestina en tiempos de Jesús vemos lo siguiente.
El año 63 antes de Cristo Pompeyo tomó la ciudad de Jerusalén e impuso a Hircano como sumo sacerdote. El idumeo Antípatro era ministro de Hircano y fue quien realmente gobernaba Judea. El año 48 antes de Cristo, César venció a Pompeyo en la batalla de Farsalia y se hizo con sus posesiones.
César nombró entonces a Hircano como Etnarca (gobernante del pueblo). Herodes el grande, hijo de Antípatro comenzó a figurar como estratega militar al sofocar la revuelta de Ezequías en Galilea y es nombrado por Antonio como tetrarca.
Después de un breve periodo de dominio de los partos en Palestina, Herodes, en el 37 a.C., se afianza como rey de los judíos al casarse con Mariamne, nieta de Hircano, y cuenta con el beneplácito de los romanos. Tomó Jerusalén el mismo año 37 a.C.
Desde esa época, los romanos asumieron plenamente el privilegio de nombrar quién debía ser el rey de los judíos y todo aquel que se procalamase a sí mismo como tal, cometía sedición contra el emperador romano. Jesús no aceptó la acusación que le querían hacer las autoridades judías aclarando que su reino no era de este mundo.
Pero ¿Qué significa esto? El reino de Dios es una realidad que supera con mucho a los reinos terrenales. Jesús ciertamente se hizo portador del mesianismo anunciado por los profetas, pero no era esta la espectativa de sus paisanos. Muchos judíos contemporáneos de Jesús esperaban que el reino de Dios fuera como los reinos de este mundo. Su reino es un misterio que inicia muy dentro del corazón de cada persona y crece para dar vida eterna .
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