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Columna invitada

Resumen de un año, vivido de la mano de 12 brillantes libros

12 libros leídos durante los 12 meses del 2022. Agradezco a Dios, esta gracia concedida, y, sobre todo, el poder compartirla con ustedes.

2 enero, 2023
Resumen de un año, vivido de la mano de 12 brillantes libros
Mons. Alfonso Miranda Guardiola.
POR:
Autor

Es Obispo de la diócesis de Piedras Negras 

Enero. Empecé el 2022 a todo vapor, leyendo el libro: “La Formación humana sacerdotal”, del Pbro. Dr. Armando de León, mientras hacía mis ejercicios espirituales, en el monasterio cisterciense en Jacona Michocán. Texto publicado en el 2017, cálido e íntimo, que trata con crudeza y realismo el camino de la necesaria formación permanente, que es como alimento diario, sano y nutritivo, para sacerdotes, religiosos(as) y obispos.

Febrero. Todavía en un ambiente de espiritualidad, pero cargado de un fuerte ánimo de renovación pastoral, leí: “El olor del Pastor”, de Diego Fares, del año 2015. Es un libro que nos hace tanto bien a los que servimos al Señor, en el cuerpo y en el alma, pues nos da aliento y frescura, como un viento fuerte que impulsa las velas desplegadas, guiando la barca de la grey encomendada, en medio de estos tiempos aciagos, hacia el puerto seguro donde está el Señor. El libro me hizo recordar palabras, que mi maestro, el padre Juan José Hinojosa Vela nos dijo en el seminario: “Si un joven no alberga en su corazón, el deseo de conquistar el mundo para Cristo, que no se ordene”. En esta obra, el Papa Francisco, las proyecta aún más lejos: Un sacerdote que no tenga el coraje de discutir con Dios en favor de su pueblo, a la manera de Moisés, no puede ser Pastor. Y al mismo tiempo nos reanima, y vigoriza nuestro ministerio, y da muchas luces para vivirlo con humildad y valentía, pero sobre todo con entrega y con amor. Me llegan al corazón sus cálidas palabras: estén cerca de su pueblo, atiéndanlo, acompáñenlo, escúchenlo, caminen con él, que vean en el rostro de ustedes, a la lámpara encendida que está permanentemente ante el sagrario, la luz de Cristo, y háganlo, de forma asidua, habitual y cotidiana.

Marzo. Conectando el espíritu con la literatura, leí: “Al asalto del cielo”, de Louis de Wohl, de 1961, que trata sobre la vida, aguerrida y valiente, de Santa Catalina de Siena, Doctora de la Iglesia. !Cuántas Catalinas urgen hoy en el Mundo, y en la Iglesia! “Morir haciendo la voluntad de Dios, es mil veces mejor que vivir haciendo la nuestra”. “Decidles a los demás: aunque perdiera cien veces la vida, haría la voluntad del Padre”. “¡Basta de silencios! ¡Gritad con cien mil lenguas! Porque, por haber callado, ¡el mundo está podrido!”. Basta de palabras.

Abril. Queriendo sacarle lustre a la fe, con expectación leí la novela histórica y campirana: “Sangre de héroes”, de Gustavo Aguilera, del 2012. Libro que narra las circunstancias dramáticas, que sucedieron durante la guerra cristera en México, que involucraron a muchas familias y pueblos del centro del país, y que mostraron la valentía de muchos laicos, hombres y mujeres comprometidos, dispuestos a defender la fe, al precio supremo, de ofrendar su vida, al grito de ¡Viva Cristo Rey!

Mayo. Dando un brinco a la literatura filosófica contemporanea, lei un libro del 2011, muy popular entre los jóvenes, de lectura ágil e impactante: “De animales a dioses”, de Yuval Noah Harari, el cual presenta algunas ideas asombrosas y admirables, como las seis especies humanas diferentes; pero otras, tratadas con mucha superficialidad y ligereza, entre ellas la religión, la violencia y la felicidad.

Junio. En preparación al Encuentro Mundial de las Familias que se celebró en Roma en junio del 2022, fue publicado en el mismo mes, un valioso documento, llamado: “Itinerario catecumenal hacia el matrimonio“. Sobresale en este texto, el carácter iluminador e inspirador que tiene para cada diócesis, parroquia, movimiento o grupo que trabaja con las familias, asi como, la invitación reiterada, para que puedan participar activamente laicos,y  matrimonios, en el acompañamiento pastoral, desde la infancia, la juventud, el noviazgo y por supuesto, en las diversas etapas del matrimonio, siempre de la mano de sacerdotes y de los miembros de la vida consagrada.

Julio. Volviendo a los ensayos contemporáneos, leí el libro: “No cosas”, de Byung-Chul Han. De reciente publicación, 2021. La verdad, sumamente interesante, pues trata de una manera clarificadora, lo que experimenta la sociedad actual, y la desaparción paulatina de los objetos, por la influencia del mundo digital. Lo que antes tocábamos: discos, fotografías, cds, dvds, libros, periódicos, ahora van pasando a existir solo en el mundo digital. Y de aquí la repercusión en las mismas personas, que vamos también desapareciendo, al solo conectarnos digitalmente. Libro de imprescindible lectura.

Agosto. Como me interesó tanto este autor, Byung-Chul Han, dándome cuenta de que se trata de uno de los filósofos más influyentes en la actualidad, y quien mejor define nuestra sociedad posmoderna, leí también: “La desaparición de los rituales”, publicado en el 2019, donde este autor expone el tema de la atomización de la sociedad, al irse dividiendo ésta, exponencialmente, por la defensa de tantos intereses personales y particulares, que nos llevan a la pulverización -destrucción- de la sociedad.

Septiembre. Pasando las duras pruebas que la sequía causó en Monterrey, durante el verano, y que también se sufrieron en muchas partes de México, y del mundo, me encontré con un texto excepcional: “Aqua Fons Vitae”, del Dicasterio Vaticano para el Desarrollo Humano Integral, publicado en marzo del 2020, que habla sobre la importancia trascendental del comportamiento humano responsable, sobre todo, ante los escasos recursos naturales existentes, especialmente el agua en ríos, cuencas, lagos y mares, por una parte; y su consecuente y delicadísimo uso: industrial, agrícola y doméstico, por otra.

Octubre. Dando un salto a la bella literatura latinoamericana, me tope por primera vez, con esa forma alta y extravagante de narrar, que tiene el reconocido escritor argentino, Jorge Luis Borges, particularmente en su libro: “Ficciones”, de 1941, en el que sobresale el inesperado y fantástico texto: Las tres versiones de Judas, que recomiendo, en la vida, a no dejar de leer.

Noviembre.  En prepararación al Encuentro Nacional de Pastoral familiar, realizado en Morelia durante este mes, leí el libro, publicado en el 2006: “Los movimientos en la Iglesia”, firmado por el entonces Cardenal Joseph Ratzinger, que en gloria esté, recién llamado a la presencia de Dios. Texto, que expone claramente, cómo unir el trabajo pastoral, entre la Iglesia local (diócesis y parroquias) y los movimientos eclesiales (religiosos y laicales, sin fuerte arraigo local). De imprescindible lectura para agentes de pastoral, obispos, sacerdotes, seminaristas y religiosas.

Diciembre. Ya para acabar el año, y con motivo de los ejercicios espirituales que tuve la gracia de ofrecer a los monjes del monasterio cisterciense de Jacona Michoacán, leí la Exhortación Apostólica: “Gaudete et Exultate” (2018), del Papa Francisco, encontrándome con un texto fresco y moderno, que habla sobre la santidad, en categorías muy actuales, entendiendo que la santidad, empieza atreviéndose a aceptar que Dios camine íntimamente con nosotros, en la misma condición en la que nos encontremos, y a partir de ahí, sin miedos ni restricciones de ningún tipo, siempre de la mano de Él, aspirar a una vida bella, de servicio, entrega y donación, confiando en su infinita misericordia.

Agradezco a Dios, esta gracia concedida, y, sobre todo, el poder compartirla con ustedes. 

Si tienes algún comentario, sobre algunos de estos libros, o alguno más que me recomiendes, te lo agradeceré. Dios te bendiga.

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Es Obispo de la diócesis de Piedras Negras