El Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles volverá a brillar: lo restauran tras sismo del 2017
La Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles fue severamente dañada en el sismo de 2017. Gracias a la comunidad, avanza su restauración.
La Parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la colonia Guerrero de la Ciudad de México, es mucho más que un edificio. Para sus feligreses es el corazón espiritual del barrio, la “joya de la Guerrero”, como la llama su párroco, el padre Adrián Vázquez Velázquez. Tras los severos daños que sufrió durante el sismo de 2017, el templo vive hoy una etapa de restauración que no es solo técnica, sino también profundamente pastoral: un signo de esperanza para toda la comunidad.
La devoción a Nuestra Señora de los Ángeles tiene profundas raíces en este lugar. Desde hace más de 440 años la Virgen es venerada en la colonia Guerrero, apenas cincuenta años después de las apariciones de la Virgen de Guadalupe. La imagen que se conserva en un muro de adobe original ha sido testigo de la fe y la vida del barrio por casi medio milenio.

“Esta iglesia es muy querida, aquí está la patrona que nos ha acompañado desde generaciones. Los vecinos sienten que es su casa, su refugio, y esperan con mucha ilusión poder volver a verla restaurada”, expresó el padre Adrián.
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El templo fue concebido con gran simbolismo. La cúpula, diseñada en el siglo XIX por el arquitecto Emilio Dondé, es una abstracción de una corona, signo de honor a la Virgen María bajo la advocación de los Ángeles. Con el sismo de 2017 colapsó casi la mitad de esta estructura, lo que representó un duro golpe no solo para el patrimonio arquitectónico, sino también para la vida espiritual del barrio.

Sin embargo, los trabajos de restauración han ido devolviendo forma y dignidad al templo. Los especialistas, con el apoyo de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH y de la UNAM, han reconstruido los elementos caídos y ahora trabajan en el anillo de compresión que sostendrá la nueva linternilla metálica. Esta será mucho más ligera que la original de piedra, lo que garantizará la estabilidad de la cúpula en el futuro.
Aunque los términos técnicos puedan sonar lejanos, para la comunidad todo tiene un sentido: volver a ver completa la “corona” de su Madre, signo de que también ellos, después del dolor y la pérdida, renacen en la fe.
A pesar de los trabajos, la parroquia no ha dejado de ser un punto de encuentro. Las oficinas parroquiales, ubicadas en la calle Soto 327, permanecen abiertas para atender a los fieles, y las actividades pastorales continúan con creatividad.
“El templo está cerrado, pero la comunidad no. Podemos sumarnos a la restauración con nuestras oraciones, participando en las Misas y en las actividades de la parroquia. Los esperamos con mucha alegría para que puedan acompañar este proceso y ver cómo nuestro templo va renaciendo poco a poco”, invitó el párroco.
La fase actual de la obra se prevé concluir a finales de 2025, aunque los trabajos interiores podrían extenderse hasta 2026. La reapertura completa aún tomará tiempo, pero el padre Adrián insiste en que cada avance es ya motivo de alegría.
“Este templo es la casa de todos. Ha sido herido, pero está de pie. Así como nosotros, que hemos pasado por pruebas, seguimos confiando en la Virgen y en su intercesión. Ella nos ha acompañado más de cuatro siglos, y no dejará de acompañarnos ahora”, aseguró.
¿Dónde se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles?