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COLUMNA

Ángelus Dominical

Angelus Dominical: Día de la Bandera

Cercano se me antoja el día en que nos decidamos a aceptar la historia como es, sin calificativos ni condenas absurdas de los personajes que intervinieron en ella.

17 febrero, 2019
Angelus Dominical: Día de la Bandera
Angelus Dominical.

DE FONDO ESCUCHO tambores y trompeta: son militares que arrían la bandera nacional en el Zócalo, justo cuando el reloj está a punto de marcar las 18 hrs…

EL 24 DE FEBRERO celebraremos el Día de la Bandera; fue en 1821 que en Iguala se elaboró lo que ahora se considera la primera insignia nacional: identificaría al Ejército Trigarante y estaría vigente apenas unos meses, pues al concluir la guerra de independencia (27 de septiembre) e iniciar el primer imperio, se sucederían diversos diseños del lábaro patrio…

TEN POR CIERTO que se plantean propuestas para festejar el bicentenario de lo hecho por José Magdaleno Ocampo (sencillo sastre de Buenavista, Gro.) a petición de Don Agustín de Iturbide; nada más que tales propuestas sin duda encontrarán detractores contumaces que prefieren alinearse con la historia oficial y no con la historia real…

HABÍA MUCHOS Y CADA CUAL quería hacer como le parecía mejor (como en los tiempos actuales): entre partidarios absolutos del rey y los que anhelaban la total independencia, entre grupos que matizaban, que condicionaban, que ponían sus “asegunes”, y otros que se oponían a todo (como en los tiempos actuales); y entre tantos fue Iturbide quien logró amalgamar las diferencias para establecer las “tres garantías” que se concretizaron en la bandera: religión, independencia y unión…

DÉJAME DECIR que “historia” no son sólo los hechos que realmente sucedieron (pues aquel 24 de febrero almorzaron quelites con queso y salsa molcajeteada -colores muy patrios para el desayuno- y eso no trascendió); “historia” es -sobre todo- la significación e importancia de lo sucedido, y que marca los acontecimientos por venir…

ASÍ QUE HEMOS VISTO -aunque no oficialmente, pero sí popularmente- como primer bandera al estandarte de la Virgen de Guadalupe que enarboló el cura don Miguel Hidalgo; pero más allá de las fechas y los personajes, más allá del humilde sastre que terminó por cambiarse el apellido (tal parece que por concesión gubernamental adoptó el apellido “Bandera” tan común en Iguala), está el hecho que hoy por hoy tenemos bandera nacional…



MUY CERCANO SE ME ANTOJA el día en que tanto historiadores como opinólogos, tanto fifís como chairos, así como bancadas de uno y otro partido político, se decidan a aceptar la historia tal como es, sin calificativos tendenciosos ni condenas absurdas de los personajes que intervinieron…

SE DICE QUE LOS HÉROES son de bronce y yo veo que la historia no ha pasado de ser de papel; ojalá que las cosas fueran al revés: que los héroes sean reconocidos en su fragilidad y circunstancia (casi de papel) y que la historia se haga del bronce más auténtico y durable, más noble y resistente a vaivenes ideológicos…

IMAGINA POR UN MOMENTO que nos reconciliamos con todo el pasado y lo integramos en la historia de bronce, tanto aztecas como tlaxcaltecas (¡y se daban duro!), tanto peninsulares (Hernán), como indígenas (Moctezuma) como mestizos (Alva Ixtlilxóchitl), tanto virreyes como “mirreinas” (las hubo, como doña María Ignacia Javiera Rafaela Agustina Feliciana Rodríguez de Velasco y Osorio Barba Jimenez Bello De Pereyra Hernandez de Cordoba Salas Solano Garfias -¡uf!-, más conocida como “La Güera Rodríguez”), imagina que integramos en su justo lugar histórico tanto a Juárez como a Maximiliano, tanto a Díaz como a Madero, tanto a Peña como a López, y mejor no sigo, porque alguno se sentirá ofendido…

MUY CERCANO se me antoja el día en que integremos garantías como las de la primera bandera “oficial”: religión (valores trascendentales), independencia (autodeterminación, identidad, libertad) y unión (reconocimiento, valoración y colaboración entre los diferentes); y que nadie me diga que sueño despierto, porque en principios y valores -sean de donde vengan, y en el fondo todo bien verdadero viene de Dioslo que sea para sumar y multiplicar conviene más que lo que está para dividir y restar…

ESCUCHANDO TAMBORES comencé la Santa Misa y ahí pedí por toda mi Patria, pedí por todos los acontecimientos que nos dan identidad y otros que nos siguen doliendo, agradecí por todos los que han construido (poco o mucho) esta bella nación y este Pueblo que es mi Pueblo; y que Dios me libre de andar descalificando visceralmente a uno sólo de los que han puesto su mejor esfuerzo enarbolando las tres garantías originales de nuestro México…




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