El origen de Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe

Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe es una de las tradiciones más auténticas del pueblo mexicano que revela el profundo amor que se le tiene a la Emperatriz de América.

Cada año, la noche del 11 de diciembre millones de peregrinos guadalupanos esperan a que den las 00:0o horas del 12 de diciembre para cantarle Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe.

Y gracias a la televisión, estas Mañanitas son vistas por millones de personas más, tanto en México como en el extranjero.

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¿Cuál es el origen de Las Mañanitas a la Virgen?

La historia de Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe está estrechamente ligada a la historia de la televisión mexicana.

Las primeras Mañanitas se televisaron en 1951, pese a que entonces muy pocas familias mexicanas tenían televisor.

A partir de 1952, se empezaron a hacer transmisiones desde la Basílica de Guadalupe. La primera a las 11 de la noche del 11 de diciembre, y otra más a las 5 del día 12 de diciembre, con el grupo de artistas que salía de los cabarets.

Estos artistas se reunían a esa hora sobre Calzada de Guadalupe para caminar rumbo a la Basílica. Al llegar, le cantaban La Mañanitas a la Virgen de Guadalupe.

En entrevista con Desde la fe, el Sr. Carlos Salinas Saucedo, productor de “Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe” de 1951 a 1997, cuenta que todo era espontáneo, no había una organización.

“Había un micrófono puesto en la Colegiata y cualquier artista o trío cantaba cualquier canción. Así llegaron Ferrusquilla, y otros artistas, incluso, recuerdo a un señor que tocaba melodías golpeando su serrucho ,y cantaba”, comentó, .

Había una  transmisión más. Era a las 11 de la mañana del 12 de diciembre, previo a la procesión de la Misa de las Rosas, la ceremonia más importante de la jornada.

Así fueron las primeras Mañanitas

Sin embargo, en 1955 todo cambió por un accidente, recuerda Salinas Saucedo.

Fue Rafael Solana, quien estaba de invitado en la transmisión, quien, por error, hizo el siguiente anuncio: ‘Faltan 10 minutos para la media noche, cuando todo el pueblo de México le va a cantar Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe’.

“Nosotros estábamos en el camión de Control Remoto. Teníamos una cámara arriba del camión y equipo de luz para iluminar la fachada de la basílica. Entonces le dije a uno de los ingenieros: “¿Cuánto te tardas en sacar un monitor y colocarlo arriba del camión?”

-Nada, respondió.

“Entonces, un técnico subió el monitor y la gente se aglomeró para verlo, y entonces mandé poner un micrófono y le dije a Gustavo Olguín: súbete al techo del camión y organiza tú “Las Mañanitas”.

Cuenta que Gustavo Olguín era muy hábil para eso. “Se quitó la cachucha y dijo a la gente:

-Vamos a cantar Las Mañanitas e hicieron un ensayito. Entonces contó: uno, dos, tres… y todos cantaron”.

Esas fueron las primeras Mañanitas a la Virgen, improvisadas, a un costado del atrio de la recién inaugurada Plaza de las Américas.

Las Mañanitas fueron desde el exterior porque, como aún no había relaciones entre México y la Santa Sede, estaba prohibido transmitir desde el interior.

Los artistas le cantan Las Mañanitas a la Virgen

Al siguiente año, en 1956, monseñor Guillermo Schulemburg, entonces Abad de la Basílica de Guadalupe, concedió el permiso para llevar a un grupo de artistas a cantar Las Mañanitas justo a la medianoche.

Entre ellos fueron invitados Lola Beltrán, María Victoria, Juan Torres, Tomás Méndez y Amalia Mendoza ‘La Tariácuri’.

“Luego mi problema fue organizar a todos los artistas que querían participar en Las Mañanitas a la Virgen de Guadalupe por dos razones: porque querían cantar ante la Virgen y porque los veía todo México. Luego llegaron cámaras de otros países”, recordó.

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