Como cada año, este Miércoles de Ceniza, una gran cantidad de fieles acudiremos a nuestros templos para que el párroco nos trace una cruz de ceniza en la frente como un signo visible de que tenemos un propósito genuino de conversión.
Sin embargo, entre la comunidad hay muchos que no tienen claro lo que significa este signo, y acuden por otros motivos, menos por el importante. Entre estos, hay quienes asisten porque así dicta la costumbre, pero no le dan ninguna importancia religiosa, e incluso saliendo del templo se borran el signo para evitar críticas; otros que, por el contrario, cuidan que no se les borre ni una esquina por creer que lo importante es el trazo de la cruz, y unos más que buscan mostrar por todos lados el signo para expresar ¡cuán católicos son!
Sobre los primeros, el padre Salvador Barba, sacerdote de la Arquidiócesis de México, señala que lo correcto es llevar el signo de la cruz en la frente o sobre la cabeza -donde suele imponerse-, ‘hasta que a uno le toque baño’, o bien dejar que se vaya borrando solo. Si se borra pronto no importa, pues lo que sirve es saber que el signo representa una intención interior de cambio.
En todo caso -señala-, lo importante de dejarse el signo el mayor tiempo posible es que moleste un poco mientras se lleva -bien en la frente o bien sobre la cabeza-, porque esa pequeña molestia, incomodidad o comezón, nos recuerda nuestra fragilidad e inclinación por pecado, mismo que debemos tratar de alejar, mediante el sacramento de la Confesión, en este día en que inicia la Cuaresma, a fin de poder celebrar dignamente las fiestas de la Pascua.
En cuanto a los segundos, los que creen que el signo es lo importante, el padre Salvador Barba señala que deben dejar de pensar que la imposición de la ceniza es un ritual mágico, pues en realidad se trata de ese signo que indica una predisposición personal a entrar en un proceso de conversión; de manera si se borra alguna esquinita de la cruz o se lava con alguna lluvia, no pasa nada, pues lo importante es ese propósito de enmienda.
Y para los terceros, aquellos que toman ceniza y la muestran por todos lados como garantía de un cambio personal, el padre Barba señala que los sellos de garantía sólo se ponen a las reses. “La cruz no es un sello, sino un signo cristiano que uno asume personal y conscientemente, y que indica una decisión personal de buscar una limpieza interior durante el tiempo de Cuaresma.
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