Pregúntale al padre

¿De qué me sirve confesarme si vuelvo a caer en lo mismo?

Decía San Francisco de Sales que sólo los que no caminan no tropiezan, que es natural que en este mundo suframos caídas, pero que no por eso hay que desanimarse ni permanecer caídos. Hay que volverse a levantar cada vez, con la ayuda de Dios, y aprovechar el conocimiento de qué nos hizo caer, para procurar firmemente evitarlo la próxima vez.

Eso de tener pena de ir a confesarse es treta del maligno para que no recibamos el perdón de Dios y Su gracia sobrenatural para superar el pecado.

Tenemos que librarnos de la pena y no dejar de confesarnos, cada vez que tengamos conciencia de haber cometido un pecado grave (el que se comete con pleno conocimiento, pleno consentimiento y que es considerado pecado grave por la Iglesia) tantas veces como sea necesario, claro, siempre con firme propósito de enmienda, es decir, de corregirse y no seguir pecando. Y procuremos también confesarnos con regularidad los pecados veniales porque si se les descuida y se acumulan facilitan que se cometa un pecado mayor.

Leer: ¿Por qué me tengo que confesar con un sacerdote?

Al que ha caído, la gracia divina del Sacramento de la Reconciliación le ayuda a levantarse, con un sincero arrepentimiento y propósito de enmienda, y al que está a punto de caer le da la firmeza para no tropezar.

No desaprovechemos ese invaluable regalo y poco a poco lograremos, con la ayuda de Dios, evitar caer en aquello en lo que antes caíamos con tanta facilidad.

Debemos tener presente algo más que decía San Francisco de Sales: que siempre hay que mantenerse alerta para no pecar, pues sólo estaremos por encima de toda tentación cuando estemos muertos y salvados. Como quien dice, que en este mundo nos toca luchar continuamente contra nuestras miserias, pero ojo: sin desesperación ni desánimo.

Leer: 4 pretextos comunes para no confesarse (y cómo responder)

El Sacramento de la Reconciliación o Confesión.

DLF Redacción

La redacción de Desde la fe está compuesta por sacerdotes y periodistas laicos especializados en diferentes materias como Filosofía, Teología, Espiritualidad, Derecho Canónico, Sagradas Escrituras, Historia de la Iglesia, Religiosidad Popular, Eclesiología, Humanidades, Pastoral y muchas otras. Desde hace 25 años, sacerdotes y laicos han trabajado de la mano en esta redacción para ofrecer los mejores contenidos a sus lectores.

Entradas recientes

El valor de la esperanza y la paciencia

Hacemos un nuevo llamado a nuestros políticos a trabajar en unidad, a tomar las decisiones…

2 días hace

Tensiones en el ejército

Tensiones en el ejército. Diálogo con altos mandos tiene la garantía de una pluma inteligente

2 días hace

México tiene nuevo beato: Moisés Lira Serafín, ¡ruega por nosotros!

El cardenal Semeraro propuso al beato Moisés Lira Serafín como un ejemplo para quienes han…

2 días hace

El trabajo y descanso

Debería atreverme a realizar una sesuda investigación para demostrar que luego de crear el cielo,…

2 días hace

Talbot: el violín robado

El santo patrono de los alcohólicos rehabilitados enseñó que el verdadero cambio es un acto…

4 días hace

¿Cómo hacer que tus hijos se porten bien en Misa? Los 8 consejos de un sacerdote

El padre Antúnez, director de Pastoral Infantil de la Arquidiócesis de México, da estos consejos…

4 días hace

Esta web usa cookies.