Al inicio del gobierno del presidente López Obrador se anunció una política migratoria de apertura, pero muy pronto, antes de que iniciara, se cambió ante la presión del gobierno del presidente Trump.
El gobierno de México simplemente se dobló ante la política de la Casa Blanca y nunca se hizo público que ganó el país al someterse, si es que hubo algo a cambio o no se obtuvo nada.
En 2022, las autoridades mexicanas detuvieron a 444 339 migrantes en territorio nacional, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de la Segob.
Los detenidos en 2020, en el segundo año de gobierno, fueron 82 379 y en 2021, la cantidad de elevó de manera dramática cuando fueron 309 69 los migrantes capturados.
En las detenciones de los migrantes interviene la Guardia Nacional (GN), que se ha convertido en una policía fronteriza especializada en arrestar migrantes.
También interviene en la tarea el Ejército, la Marina y las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM).
Los detenidos son derivados al INM que los aloja, en los hechos en calidad de prisioneros, en sus más de 50 estaciones migratorias, que son cárceles.
La mayor parte de las detenciones en estos cinco últimos años, 2019-2023, se han dado en el estado de Chiapas que tiene frontera con Guatemala.
Los migrantes detenido en su gran mayoría provienen de: Venezuela, Honduras, Cuba, Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Colombia.
México por ser frontera con Estados Unidos siempre será lugar de paso hacia ese país, pero ante el endurecimiento de la política migratoria estadunidense, son cada vez más los migrantes que solicitan quedarse en nuestro país.
Las autoridades mexicanas han construido el sistema de detención de migrantes más extenso y fuerte de la región y entre 2000 y 2010 se construyeron 50 centros en distintas partes del territorio, que sigue la ruta de la migración.
Organizaciones nacionales e internacionales que defienden a los migrantes y los derechos humanos acusan al actual gobierno de México del uso de efuemismos para calificar la detención de los migrantes.
En el lenguaje oficial se habla de “rescates”, “canalizados”, “presentados” pero nunca de arrestos o detenidos que es lo que realmente ocurre.
La actual política migratoria está totalmente rebasada y es incapaz de hacer frente a las dimensiones de la migración y hacerlo en el marco del respeto a los derechos humanos.
El pasado 28 de marzo se incendió el centro de atención de Ciudad Juárez, que era una real cárcel donde los migrantes estaban arrestados bajo llave.
En esa ocasión murieron calcinados 39 migrantes. Esa cárcel y ese asesinato de Estado es expresión dolorosa y trágica de la actual política migratoria de México. El responsable del INM continúa en su cargo. Se llama Francisco Garduño Yáñe y desde hace muchos años es muy cercano y amigo personal del presidente López Obrador.
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*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe.
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