La novela más reciente del escritor cubano Leonardo Padura (65 años), que vive en La Habana, es Como polvo en el viento donde narra la historia de la diáspora de una generación, la suya, que emigra de Cuba en busca de una mejor condición de vida. Como El hombre que amaba a los perros, es una obra extraordinaria.
Padura es un hombre reconocido internacionalmente por su obra y también lo es en Cuba donde ha decidido vivir a pesar de tener la posibilidad de salir de su país, para radicar en otro sitio. Ante las manifestaciones populares del pasado 11 de julio en más de 30 ciudades de Cuba ha dado a conocer su posición ante estos hechos.
“(Es) un grito que es también el resultado de la desesperación de una sociedad que atraviesa no sólo una larga crisis económica y una puntual crisis sanitaria, sino también una crisis de confianza y una pérdida de expectativas”, asegura el escritor.
Y añade que “a ese reclamo desesperado, las autoridades cubanas no deberían responder con las habituales consignas, repetidas durante años”, sino encontrar “las soluciones que muchos ciudadanos esperan o reclaman”.
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Padura, en su reflexión, señala que “los cubanos necesitan recuperar la esperanza y tener una imagen posible de su futuro” y que “para convencer y calmar a esos desesperados el método no puede ser las soluciones de fuerza y oscuridad, como imponer el apagón digital”.
Piensa también que “menos puede emplearse como argumento de convencimiento la respuesta violenta, en especial contra los no violentos”. Las manifestaciones populares revelan que hoy en Cuba muchas cosas están en juego en independencia de “si tras la tempestad regresa la calma”.
Para el escritor “resulta necesario que lleguen las soluciones, unas respuestas que no solo deberían ser de índole material sino también de carácter político, y así una Cuba inclusiva y mejor pueda atender las razones de este grito de desesperación y extravío de la esperanza”.
Padura en todas sus obras ha expuesto un conocimiento profundo de la realidad que se vive en la isla y del sentir del alma cubana. Lo ha hecho como ninguno de los pensadores e intelectuales cubanos de la actualidad.
Las autoridades en lugar de negar la realidad, como lo ha hecho estos días el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, deberían escuchar al novelista. Lo que pasa en la isla lo ha narrado de manera precisa y exacta.
El escritor en Como polvo en el viento da cuenta de manera magistral y dolorosa como la sociedad cubana vive el “extravío de la esperanza”, la “pérdida de expectativas” y la necesidad de contar con “un imagen posible de su futuro”.
Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.
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